El inmortal legado del Padre Chifri

Con una gran vocación religiosa, el religioso fue el principal impulsor de las comunidades de la Quebrada del Toro.

Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.
Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.

Cada viernes 28 de mayo marca el cumpleaños del Padre Sigfrido Maximiliano Moroder, mejor conocido como Chifri, un ícono destacado de la historia de Salta por su gran labor en la creación e impulso de la Fundación Alfarcito. Gracias a la misma, las comunidades de la Quebrada del Toro pudieron avanzar a pasos agigantados y tener un lugar de encuentro y contacto.

Nació en Buenos Aires en 1965, criándose en el barrio de Caballito y luego en Belgrano. Se dedicó al rugby en el Club Ciudad de Buenos Aires, deporte que le permitió construir su disciplina de trabajo en equipo y gran sacrificio. En su último año de la secundaria en el Colegio Guadalupe de los Misioneros del Verbo Divino, nació su vocación religiosa.

Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.
Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.

En 1984 ingresó al seminario, y se ordenó como sacerdote en 1994. En el año 1999 llegó a Salta y se hizo cargo de la Parroquia Santa Rita de Rosario de Lerma, donde inicia su evangelización en las quebradas y cerros, enseñando la palabra de Dios en cada rincón. Estos lugares tan alejados necesitaban medios de transporte como caballo, burro, bicicleta o incluso a pie mientras rezaba el Santo Rosario.

Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.
Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.

Siendo siempre un hombre muy deportista, aprendió a volar en parapente y soñaba con alguna vez poder visitar algún paraje en este medio. Esto nunca pudo concretarse, lamentablemente, porque en el 2004 sufrió un terrible accidente que lo dejó paralítico. Logró salir adelante gracias a su fe en la Virgen de Guadalupe y en Dios, para seguir con su obra evangelizadora.

Con el objetivo de apoyar a las 22 escuelas primarias de la zona, organizó la Fundación Alfarcito, con la cual también inauguró el Colegio Albergue de la Montaña Número 8.214 “El Alfarcito”. Este establecimiento permitía a los niños estudiar sin tener que abandonar sus hogares.

Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.
Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.

El Padre Chifri falleció a los 46 años de edad, el 23 de noviembre del 2011, pero su espíritu se mantiene firme en Alfarcito gracias a su increíble solidaridad y voluntad, que permitieron llevar adelante un plan de oportunidades para los olvidados habitantes de los cerros. Entre los parajes que lo recuerdan por sus obras y evangelización se encuentran El Gólgota, El Mollar, Gobernador Solá, Santa Rosa, El Alfarcito, Las Cuevas, Potrero de Uriburu, Pascha, San Bernardo de las Zorras, Potrero de Chañi, El Rosal, Finca El Toro, El Cruce, El Palomar, Cerro Negro del Tirao, El Manzano, Las Mesadas y el Cerro Negro de Tejada.

Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.
Su recuerdo se mantiene vivo en los parajes de la Quebrada del Toro y sus alrededores.