El primer año universitario atravesado por la pandemia

Tres estudiantes sanfrancisqueñas dialogaron con Vía San Francisco y contaron su experiencia universitaria en el marco de esta nueva normalidad.

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La pandemia provocada por el nuevo coronavirus cambió la manera de vivir. En esta etapa que transcurrimos, que fue denominada como "nueva normalidad", todo se fue reacomodando poco a poco, para que la vida siga su curso lo más "normal" posible.

Durante esta cuarentena, Vía San Francisco fue dialogando con los diferentes actores que tuvieron que cambiar su rutina radicalmente, como los docentes y artistas, con quienes tenían amplias expectativas en este nuevo año porque marcaba el comienzo de algo distinto, como los estudiantes de sexto año por ejemplo, entre otros.

En este último grupo se encuentran los egresados 2019, quienes este año comenzaban su vida universitaria, el primer año como estudiantes de nivel superior. Con algunos de ellos conversamos para saber cómo sobrellevan esta nueva etapa, atravesada por la pandemia.

"Se venía un año de muchos cambios para mi, no solo desde el lado de la educación y de las distintas responsabilidades y exigencias que tiene el nivel de la facultad, sino también en mi caso el haberme mudado de ciudad y de una forma u otra aprender a independizarme más", comenzó relatando María, "pero con esta pandemia yo no pude estar más que para el ingreso solo allá, así que todavía no pude vivir la experiencia tan a flor de piel más que en esos dos meses", continuó.

Luz, en relación a la modalidad de las clases, comentó: "con respecto a mi primer año de universidad, la verdad es que las clases de manera virtual, ya sea grabadas o por zoom, la mayoría son llevaderas, pero hay algunas que no, como las de anatomía que para mí lo mejor sería que sean presenciales, ya que de esa manera el profesor puede explicar mejor y nosotros podemos entender mejor, porque no es lo mismo una explicación a través de una pantalla con un power point que estar presente y que el profesor pueda utilizar otras herramientas como un modelo de esqueleto humano para explicar ciertos temas y que la clase sea más didáctica".

Por su parte, Sofía dijo que "poco a poco nos fuimos adaptando junto a los docentes y la íbamos llevando bastante bien. Al principio del inicio de las clases se me hizo complicado por el tema de que no conocía a nadie de mis compañeros, tampoco a los profesores y la forma de enseñar de estos era muy diferente a la que acostumbramos en el nivel secundario".

En cuanto a la falta de interacción con los nuevos compañeros y profesores, María señaló: "el contacto y el estar frente a frente con el profesor o con los compañeros de curso ayuda un montón al desenvolvimiento y a poder agarrar confianza a ese ritmo de vida que voy a llevar por 6 años".

“Prácticamente ninguno nos conocemos y somos todos nuevos, ya que como la cuarentena obligatoria comenzó a mediados de marzo y para esa fecha todavía no habíamos rendido el examen final del ciclo introductorio de la carrera, nunca habíamos convivido todos juntos en un aula como una clase ya conformada por lo tanto no sabemos quiénes son nuestros compañeros, aunque se debe destacar que gracias a los grupos de WhatsApp y alguna que otra actividad en grupo ayudo a que seamos más compañeros entre nosotros y podamos ayudarnos con cualquier duda que tengamos, además de conocernos un poquito más”, indicó en este sentido Luz.

Las tres estudiantes lograron volverse de Córdoba a transcurrir la cuarentena en San Francisco con la familia, y aunque lamentan haber comenzado su primer año universitario de esta manera, coinciden en que no se trata de un año perdido sino de una nueva instancia de aprendizaje.