En mayo arranca un nuevo juicio por crímenes de Lesa Humanidad

Es el tercero que se realiza en la provincia de San Juan. Son 34 los imputados.

Imagen de archivo. Los megajuicios se realizan en el Rectorado de la Universidad Nacional de San Juan.
Imagen de archivo. Los megajuicios se realizan en el Rectorado de la Universidad Nacional de San Juan.

En mayo arranca, en San Juan, el tercer megajuicio por crímenes de Lesa Humanidad que se realiza en esa provincia. Según informó San Juan 8, son 34 los imputados entre policías y ex militares que serán juzgados por tormentos, torturas, desapariciones y detenciones ilegales. Además, el mismo portal web aseguró que las víctimas a las que representará este juicio asecienden a más de 100 que padecieron la persecusión durante la última dictadura militar en Argentina.

Desde la Justicia Federal aseguraron al medio local que están esperando los resultados de los análisis psiquiátricos a los imputados para poner la fecha de la primer audiencia. Si bien aún no hay fecha para el inicio del debate, el fiscal Federal Francisco Maldonado, afirmó que terminaría a fines de 2019 o bien principios de 2020.  La extensión del juicio dependerá de la periodicidad con la que el Tribunal Oral Federal se disponga a realizar las audiencias en San Juan y los testimonios que se sumarán en el expediente. Es que el Tribunal está compuesto por jueces que vienen de Mendoza y San Luis, lo que hace más lento el proceso. 

Los tres jueces que estarán al frente del megajuicio son Paula Marisi (Mendoza), Alberto Carelli (Mendoza) y Gretel Diamante (San Luis), informó el mismo diario local. 

"El proceso es similar al de un juicio ordinario con la diferencia puesta en la cantidad de causas que se están juzgando en un mismo asunto. Por eso se llaman causas complejas que contienen sustancias diferentes, que lo hace más largo", detalló San Juan 8.

Los delitos van desde desapariciones forzadas de personas, privaciones ilegítimas de la libertad y torturas. Las penas pueden llegar hasta la más dura como es la prisión perpetua y más en el caso de las desapariciones forzadas que se encuadran como homicidios doblemente agravados en la justicia ordinaria.