Cerró sus puertas “Proyecto Águila”, la casita que supo ser refugio de los sanjuaninos “sin techo”

La iniciativa brindaba camas, duchas calientes, abrigo, comidas y otras oportunidades a los “residentes” que no tenían hogar.

Vivi Fornés junto a los residentes de su refugio. Finalmente, "Proyecto Águila" cerró sus puertas.
Vivi Fornés junto a los residentes de su refugio. Finalmente, "Proyecto Águila" cerró sus puertas.

Una iniciativa que brindaba techo a aquellos sanjuaninos que no tenían un hogar cerró sus puertas después de varios años de servicio. Se trata del Proyecto Águila, llevado a cabo por Viviana Fornés.

En diálogo con el programa Tarde Trece, que transmite Canal 13 San Juan, Fornés contó lo que significó para ella trabajar en su refugio durante tantos años y que llegó un punto en el que tuvo que parar: “La problemática te va absorbiendo porque es tan grave, una persona que está en situación de calle es porque tiene todos los problemas juntos”, manifestó. Además, agregó que la casa en la que contenía a todas estas personas está a la venta.

“Es complicado y complejo porque yo me siento responsable de absolutamente todo”, contó, y luego agregó: “La idea era que fuese por los meses de invierno, y solamente para dormir, que pudieran ir las personas, darse una ducha y estar bajo un techo calentito”.

Pero, por diferentes situaciones, los horarios se fueron extendiendo hasta el punto tal de que terminó siendo permanente. En la pandemia, Viviana también se vio sobrepasada por tanta responsabilidad: “Me enfermé miles de veces porque es un estrés muy grande. Mi vida se transformó en l vida de ellos. Por mi salud mental no puedo más”. En el programa, contó que si bien siempre recibió algo de ayuda, nadie le dedicaba tanto esfuerzo como ella: “La gente siempre ayuda pero uno siempre tiene que estar trabajando para que ayuden, la gente a veces va, a veces no, hay momentos”.

“Estuve trabajando con personas con muchos problemas de adicción, violencia, podía llegar alguno que estaba en mal estado, alcohólico y muchas veces se ponen agresivos. Eso no significa que todos sean malos”. Por último, sentenció: “Aprendí que hay que ayudar colaborar, hacer, sin olvidarse de uno sino no se puede ayudar. Lo volvería a hacer pero de otra manera, mi idea era llegar a armar un centro integrador, no un refugio”.