Dos hermanos puntanos comparten el amor por la programación

Participaron del concurso de Miniprogramadores y junto a otros cuatro chicos viajarán en noviembre a Disney.

Francisco y Ángel son hermanos y comparten la misma pasión. Foto: El Diario de la República.
Francisco y Ángel son hermanos y comparten la misma pasión. Foto: El Diario de la República.

Amigos, compañeros y hermanos, Francisco de 11 años y Ángel Schlottke, de 10, cursan la primaria en el Instituto "San Luis Gonzaga" de la ciudad puntana y ambos comparten la pasión por la programación, tal es así que fueron ganadores en el concurso de "Miniprogramadores" que impulsa la Universidad de La Punta (ULP) y quienes junto a otros cuatro chicos viajarán en noviembre a Disney.

El Diario de la República los entrevistó y describió que ​Ángel estaba sentado en una silla frente a una mesa larga y de fondo se escuchaban las teclas de su computadora.  Aún no pueden creer que ganaron el premio mayor. A su lado y con una tímida sonrisa estaba Francisco, quien también se sumó y juntos ingresaron a la plataforma Mumuki, en la que desde marzo estudian programación.

Francisco y Ángel son hermanos y comparten la misma pasión. Foto: El Diario de la República.
Francisco y Ángel son hermanos y comparten la misma pasión. Foto: El Diario de la República.

Su mamá Elizabeth Rastrilla, quien estaba a su lado se emocionó y no podía creer lo que sus hijos habían conseguido: "Cuando decidieron participar intenté ayudarlos, pero después resultó que ellos fueron los que terminaron enseñándome a mí", recordó alegre, mientras los abrazaba y destacó que durante todos estos meses los acompañó y apoyó en cada uno de los encuentros que tenían con sus compañeros.

"Un sábado por mes se juntaban, no tan solo a programar, sino que también aprendieron sobre cultura e historia de nuestra provincia, fue espectacular. Además cada vez que tuvieron un problema con la compu los mismos chicos de la plataforma se lo solucionaron. Más no se puede pedir", manifestó.

Por su parte, Ángel detalló que todos los meses se enfrentaban a nuevos desafíos que debían ir cumpliendo para pasar de ronda y así poder llegar al examen final. "Eran fáciles", dijo en tono jocoso y precisó que cada uno de los capítulos tenía una temática distinta. Además señaló que en el penúltimo les enseñaron a programar contándoles la historia de cómo tejían las mujeres Wichís.

Alegres aseguraron que ambos hacían las pruebas por separado, pero de vez en cuando uno ayudaba al otro. Además contaron que antes de entrar a la final estaban un poco nerviosos, pero que gracias a sus papás se sintieron más tranquilos.

"Teníamos que responder la mayor cantidad de respuestas en el menor tiempo posible. Yo fui el primero de 6º grado en salir", dijo Francisco y aclaró que Ángel, que va a 4º grado, también lo hizo antes que sus compañeros.

Mientras los chicos rendían dentro del aula, Elizabeth junto a su marido Aníbal Schlottke, los esperaban ansiosos. "Camino a la ULP les dijimos que tenían que estar tranquilos y que estábamos orgullosos de ellos sea cual sea el resultado. También les explicamos que íbamos a estar en la puerta de cada aula para recibirlos", comentó la mamá, quien al recordar ese momento se le llenaron los ojos de lágrimas.

"Apenas salió mi hijo más grande corrí hasta donde él estaba y nos dimos un gran abrazo, el corazón me latió muy fuerte. Mi esposo estaba en el aula del más chico y cuando me avisó también salí a su encuentro, fue emocionante", reconoció la mujer.

Francisco y Ángel son hermanos y comparten la misma pasión. Foto: El Diario de la República.
Francisco y Ángel son hermanos y comparten la misma pasión. Foto: El Diario de la República.

La horas pasaban y los hermanos Schlottke no recibían ninguna respuesta, hasta que el martes a la salida de la escuela llegó la noticia que tanto ansiaban. "Como todas las tardes mi mamá nos pasó a buscar, en ese momento sonó el celular, ella se estacionó y le dijeron que éramos finalistas y que ganamos el viaje. Todos empezamos a gritar y nos abrazamos", expresó risueño Ángel y resaltó que ahora solo resta elegir quien de la familia los acompañará.

Como todos los hermanos, a pesar de que son muy unidos, su mamá confesó que de vez en cuando se pelean, pero que así y todo ninguno puede estar sin el otro.

"Ir a Disney era una ilusión que teníamos como familia y nunca la pudimos cumplir. Ahora ellos nos van a llevar a nosotros, es maravilloso. Hay que preparar las valijas", concluyó mientras abrazaba a sus hijos.