Tiene 21 años y su sueño es abrir un taller de autos

La joven es de San Luis pero estudia un terciario en el Instituto Renault en Córdoba capital. Con dulzura y pasión abre su camino en un terreno de hombres. 

Sofía Pedernera, la puntana estrella en mecánica.
Sofía Pedernera, la puntana estrella en mecánica.

Sofía Pedernera tiene 21 y años y con una dulzura particular rompe con las estructuras sociales, ya que su sueño es tener su propio taller de autos. Actualmente estudia mecánica de autos en el Instituto Renault de Córdoba y sueña con abrir su propio taller en la ciudad de San Luis.

Este 2019 la joven puntana se prepara para cursar el último año de la carrera. Con el bolso listo y el pasaje en mano contó al periodista de El Diario de la República cómo nació su pasión por los autos. "Mi abuelo materno es mecánico y mi papá hizo un curso, pero no pudo dedicarse a eso. De todas formas los dos son fanáticos de los fierros", dijo orgullosa.

Consciente de las dificultades que tiene que sortear por ser mujer, Sofía argumentó que "la mujer no tiene que depender de nadie y menos en cuestiones del auto. Por eso me enfoqué y hoy trato de cumplir mi sueño. 

Recordó que de chica pasaba largas horas en el galpón, en medio de las herramientas. "Siempre me gustaron. Yo quería aprender y por eso veía como cambiaban los rulemanes y planchas", comentó y agregó que de vez en cuando se metía y ayudaba en las tareas.

La joven sabe que el oficio que la apasiona es terreno de hombres, sin embargo está dispuesta a romper con esa barrera y hacerse del lugar que se merece. "Mi familia siempre apoyó mi decisión de ser mecánica de autos. Sabían que no sería fácil, pero igual me dejaron volar. De todas formas iba a ser extraño que estudiara otra cosa, ya que casi siempre estaba en el taller", recordó y precisó que hoy en día cuando le preguntan qué estudia, más de uno se sorprende con su respuesta.

Ella vive de cerca que en el rubro hay muy pocas mujeres: "Todavía cuesta vernos en esos espacios. Tampoco es fácil estar en un ambiente de hombres. Te miran como si no entendieras nada. Por suerte con mis compañeros no tuve ningún problema, siempre me respetaron" y contó que en todo el instituto donde estudia solo hay diez mujeres y en su curso es la única.

Orgullosa de haber llegado al último año de la carrera, recordó una frase que le dijo su abuelo: "Él afirma que las mujeres tenemos las manos finas y eso nos permite cambiar una tuerca con mayor facilidad. Aparte de que somos más detallistas", precisó con muy emocionada.

Sofía, con gran desparpajo, manifestó que en más de una oportunidad le tocó cambiar las ruedas del auto. "Una día se nos pinchó, me bajé y lo hice. La gente que pasó por el lugar se quedó atónita", resaltó con una sonrisa.

También contó que cuando está en San Luis acompaña a su papá al taller. "Mi viejo se puso a charlar con dos hombres sobre el distribuidor. En ese entonces yo quise meter bocado, pero me miraron como que no sabía nada. Después de dar mis explicaciones sobre el tema se dieron cuenta de que en verdad entendía. Ahí se sorprendieron y me integraron", resaltó. "A la gente grande todavía les cuesta, piensan que las mujeres no podemos", dijo.

A Sofía le apasionan los motores: "No estudié ingeniería porque quiero estar en la acción y no mandar a alguien que lo haga. Prefiero estar abajo del auto y trabajar en el rally. No como piloto, sino ser la que cambia las ruedas o analiza que es lo que falló".

La joven puntana decidió entrar al Instituto Renault en Córdoba capital gracias a un amigo que le contó y ella inmediatamente se inscribió. "Hice el test vocacional y el resultado era lo que esperaba. Por eso fui a rendir el ingreso. Por suerte me fue bien y hoy estoy a un paso de recibirme. Me emociona saber que todo esfuerzo da sus frutos", resaltó.

Señaló que su sueño es trabajar en un taller en Córdoba. "Quiero dar mis primeros pasos allá. Formarme en alguna empresa de prestigio y después volver a San Luis para poner el mío propio", expresó la joven, que tiene todo calculado.

Luego alentó a otras mujeres para que "se animen, somos capaces. Luchamos por tener más espacios en donde antes solo habían hombres. Muchas veces me dijeron que parecía un 'macho', no los escuché porque siempre estuve segura de lo que quise. No vivís tranquilo sino hacés lo que te gusta", dijo Sofía con los ojos sinceros.