Le dieron preventiva a los hombres acusados de grooming en San Luis

A Carlos Leonardo Cantero lo detuvieron cuando iba a reunirse con el menor. Investigan si el peluquero Walter David Díaz llegó a abusar del niño.

grooming en San Luis
grooming en San Luis

Hace dos semanas que la Policía de Villa Mercedes, en San Luis, detuvo a dos hombres acusados de haber abusado de un chico de 13 años. Por un lado se trata del peluquero Walter David Díaz, de 37 años, a quien investigan de haber abusado sexualmente del menor, y a Carlos Leonardo Canteros, de 27, quien acordó una cita con la víctima y fue detenido en ese momento. Ambos están imputados con prisión preventiva por el delito de "grooming", es decir, ciber acoso sexual.

Tribunales del Poder Judicial en Villa Mercedes
Tribunales del Poder Judicial en Villa Mercedes

De acuerdo a lo informado por El Diario de la República, el juez Contravencional y Correccional, Santiago Ortiz, fue quien resolvió dictarles la prisión preventiva por acosar a un menor de 13 años a través de las redes sociales.

Los hombres tienen 27 y 40 años. A uno lo apresaron en su casa y al otro a orillas del Rio V, luego de que la madre del menor planeara un falso encuentro.

Mirá también: Dos detenidos por acosar a un chico en Villa Mercedes

El grooming refiere al delito de ciberacoso sexual. A pesar de que ambos fueron indagados por Ortiz, se negaron a declarar y su abogado defensor pidió una prórroga del arresto por ocho días, según confirmó el magistrado.

Durante la semana se peritaron los celulares de la víctima y de los acusados. También le realizaron una Cámara Gesell al chico.

¿Qué es el grooming?

Es una práctica de acoso y abuso sexual en contra de niños y jóvenes que, en la mayoría de los casos, sucede a través de las redes sociales. Afortunadamente, evitar que esto suceda es muy fácil, basta con tomar medidas de prevención y seguridad de navegación en Internet.

Según publicó Hipertextual el "grooming" es un término que se utiliza para describir a aquellas personas que se acercan a menores de edad o jovenes con el objetivo de ganar su confianza, crear vínculos emocionales y abusar de ellos sexualmente.

Puede suceder en todo tipo de lugares —en el barrio local, en la casa, en la escuela o en la iglesia. En el peor de los casos, estas personas también pueden desear introducir al menor en ambientes de prostitución y explotación sexual.

Los groomers (personas que realizan la práctica) pueden ser personas de cualquier sexo, edad y status económico o social. El grooming puede suceder online o en persona y, en muchas ocasiones, el groomer invierte tiempo considerable durante este periodo de preparación para ganarse la confianza de los niños y sus familias: Pretendiendo ser alguien que no es.

Lo que hace el "groomer"

  • Ofreciendo comprensión y consejos.
  • Obsequiando regalos.
  • Brindando atención al niño.
  • Utilizando su posición o reputación profesional.
  • Llevándolos a viajes, paseos y fiestas.

Recomendaciones para prevenir el grooming

  • No proporcionar, o hacer fácilmente accesible a extraños, imágenes o información personal que pueda ser utilizada para otros fines.
  • Preservar la seguridad y confidencialidad de cuentas de usuario y contraseñas, así como la del propio ordenador.
  • No ceder ante el chantaje bajo ninguna circunstancia, puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del groomer.
  • No dudes en pedir ayuda si te encuentras ante una situación nueva y delicada que conlleva gran estrés emocional. Contar con el apoyo de una persona adulta de confianza es fundamental.
  • Analizar en qué delitos o irregularidades ha incurrido el acosador y cuáles pueden ser probadas para denunciar el abuso.
  • Buscar y recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes y todo aquello que pueda demostrar las acciones del groomer o dar pistas sobre su paradero o modo de actuar.
  • Formular una denuncia con un adecuado análisis de la situación y elementos de prueba que ayuden a la investigación.

El rol del adulto es fundamental

  • Controlemos y supervisemos el acceso de los niños a Internet.
  • Concienticemos a los menores sobre los peligros que existen en la Red.
  • Mantengamos un diálogo abierto entre padres e hijos para crear un ambiente de confianza.
  • Instalemos un antivirus o software de control parental en el ordenador que utiliza el menor para protegerlo ante una situación no prevista.