Nueva Galia: un trabajador rural denunció tratos inhumanos en la comisaría

Mauricio Ortíz acusó que lo golpearon en el lugar. Según contó, lo encerraron desnudo por 24 horas y, por una patada que le dieron, habría quedado sordo de un oído.

Nueva Galia, San Luis
Nueva Galia, San Luis

Este jueves, Mauricio Ortíz fue detenido por llevar postes en la parte trasera de su vehículo. Se encontraba trabajando, ya que se dedica a alambrar campos y recién había terminado su labor cuando lo Policía lo detuvo por ello. Esto ocurrió en la localidad de Nueva Galia, en el sur de San Luis.

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La víctima del presunto abuso y maltrato policial, acusó que estuvo 24 horas encerrado en una celda desnudo. Además, aseguró que, por las patadas que le dieron en el oído izquierdo, perdió la audición y espera que lo atienda un especialista para saber si podrá recuperarla.

Este trabajador rural realizó la denuncia y apuntó contra 2 efectivos de la Comisaría N°20 de Nueva Galia.

El pasado 14 de octubre, Mauricio Ortíz había terminado de trabajar y, por la tarde, regresaba a su casa en Nueva Galia cuando la Policía frenó su marcha.

Los efectivos advirtieron que llevaba unos postes en la parte trasera de su camioneta y que no podía hacerlo. “Me dijeron que los acompañe hasta la Comisaría para labrarme un acta”, contó Ortíz.

“Al llegar, me hacen esperar en una sala y luego me llevan al Hospital de Nueva Galia y una doctora me revisa”, continuó.

Después de regresar a la dependencia policial comenzó el ataque, en el que lo tiraron al suelo, le pegaron una patada en el oído, otra en la cara y le gritaban “por qué andas con palos si sabes que está prohibido”, según pronunció.

De acuerdo a lo relatado por la víctima, los agravios continuaron durante las 24 horas que estuvo privado de la libertad. “Los oficiales que me agredieron son David Ríos y Gonzáles. Ambos me dejaron toda la noche desnudo en la celda y no le avisaron a mi familia sobre mi detención”, sentenció.

Como si fuera poco, después de hacerle pasar una noche fatídica, los efectivos lo amenazaron: “Que me vaya a mi casa y que no diga nada porque si no me van agarrar nuevamente a palos”.

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