Coronavirus en Santa Fe: hay un pueblo en cuarentena y 10 ciudades aún sin casos

Casilda flexibilizó el aislamiento a contramano de Soldini, donde se implementó la fase 3.

En la localidad vecina a Pérez se suspendieron las excepciones al aislamiento social, preventivo y obligatorio por la propagación de los contagios. (Facebook)
En la localidad vecina a Pérez se suspendieron las excepciones al aislamiento social, preventivo y obligatorio por la propagación de los contagios. (Facebook)

El Gobierno de Santa Fe decretó desde este miércoles la cuarentena sanitaria por coronavirus en Pueblo Irigoyen. La pequeña localidad ubicada a 82 kilómetros al sur de la capital provincial quedó bajo alerta debido al primer caso positivo y sólo quedan diez ciudades en la provincia sin contagios detectados.

De acuerdo a los datos del Ministerio de Salud, la mayoría de los lugares donde aún no se registraron personas infectadas por COVID-19 se ubican en el norte de la bota. Así aparecen Tostado, San Cristóbal, San Guillermo y Suardi sobre el límite oeste, mientras que Calchaquí, Romang y Malabrigo se encuentran en la misma situación hacia el este.

La lista se completa con tres ciudades del departamento San Martín: San Jorge, El Trébol y la cabecera Sastre.

El panorama en el interior de la provincia incluye algunos cambios recientes respecto de las restricciones en los departamentos Caseros y Rosario. Así en Casilda se flexibilizó el régimen de aislamiento social, preventivo y obligatorio, mientras que en Soldini, por el contrario, se suspendieron las excepciones de dicha normativa sanitaria. De esta manera quedó prohibida la apertura de bares y restaurantes, salidas recreativas, actividades artísticas y culturales.

Por el lado de Irigoyen, donde viven unas 1.200 personas, la situación sanitaria cambió desde el viernes, cuando detectaron al paciente índice. Ese día se confirmó el contagio de COVID-19 y el martes se hicieron ocho hisopados más, dos de los cuales también dieron positivo de acuerdo a las autoridades comunales.

En el pueblo sólo se autorizó la apertura de locales con tareas esenciales: venta de alimentos, farmacias, ferreterías, artículos de limpieza y veterinarias. El Ejecutivo indicó que la restricción de la circulación es completa y los vecinos sólo deben adquirir los productos indispensables en comercios barriales que no impliquen mayores desplazamientos de sus domicilios.

Por otra parte se dispuso el cierre de los límites de la localidad dentro del departamento San Jerónimo tanto para ingreso y egreso, de modo que sólo se permite el paso de transportes livianos y pesados por rutas alternativas.