El radical cambio de look de Robert Downey Jr. para Oppenheimer: no lo vas a reconocer

Este 20 de julio llega a los cines Oppenheimer, uno de los estrenos más esperados de julio y del año. Se trata de la nueva película de Christopher Nolan protagonizada por Cillian Murphy, actor conocido por su papel de “Tommy Shelby” en Peaky Blinders.

Oppenheimer: la nueva película del director de Batman con Cillian Murphy de la que todos hablan

La cinta se sumerge en la historia del Proyecto Manhattan, aquel que creó la bomba atómica que asesinó a 166.000 personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki, el 6 y el 9 de agosto de 1945. La investigación y ejecución del plan militar estuvo comandado por el gobierno de los Estados Unidos y el físico teórico J. Robert Oppenheimer, de ahí el título de la película.

No solo su trama y dirección son la clave de su prometedor éxito, sino, también, su reparto conformado por grandes actores y actrices, ellos son: Robert Downey Jr., Florence Pugh, Emily Blunt, Jack Quid y Matt Damon.

¿Es Robert Downey Jr.?

Robert Downey Jr. es uno de los casos más interesantes de Hollywood. El actor renació como el Ave Fénix con su papel de Iron Man en el año 2008 y hoy, una vez finalizado su paso por Marvel, protagoniza cintas que no pasan por desapercibidas por el público y la crítica.

Claro ejemplo de ello ocurre en Oppenheimer, donde el actor interpreta al empresario, filántropo y oficial naval estadounidense Lewis Strauss, quien tuvo un papel importantísimo en la historia del Proyecto Manhattan.

¿Quién fue Oppenheimer y qué era el Proyecto Manhattan en el que se basa la nueva película con Cillian Murphy?

Para el papel Downey Jr. se sometió a un radical cambio de look, tanto que, los fanáticos tuvieron dificultades para reconocerlo en los adelantos oficiales de la película.

El actor de 58 años se puso en la piel de Strauss, enemigo político de Oppenheimer. El primero de ellos sostenía la necesidad de crear una bomba de hidrógeno en pos de la seguridad nacional de los Estados Unido, mientras que el segundo estaba completamente en contra al considerar que su poder destructivo era inhumano.

Un rasgo distintivo de Strauss en el marco del Proyecto Manhattan era que sostenía que la bomba debía ser lanzada en un lugar simbólico, por ejemplo, un bosque en las cercanías de una ciudad japonesa, a modo de advertencia.