El Hospital Avellaneda es referente en tratamiento de psoriasis

Beatriz Gómez, coordinadora de la unidad, explicó de que se trata la enfermedad y su tratamiento.

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria sistémica, que no sólo afecta a la piel, sino también puede generar otras patologías. Por este motivo, la coordinadora de la Unidad de Psoriasis del hospital Nicolás Avellaneda, Beatriz Gómez, explicó: "El paciente que tiene psoriasis está propenso a tener aumento de colesterol, de triglicéridos, problemas de glucemia, entre otros, por lo tanto, tiene tendencia aumentar de peso".

Además, manifestó que a lo largo del tiempo el paciente tiene posibilidades de ser hipertenso y propenso a tener accidentes cerebrovasculares. Es muy importante la consulta al dermatólogo en primera instancia para luego ser evaluado por un equipo interdisciplinario y poder controlar todas estas posibles patologías.

En cuanto a la forma más común en la que se presenta la psoriasis, la coordinadora de esta Unidad explicó: "Se da con picazón o ardor a través de manchas gruesas rosadas con escamas en lugares como los codos, las rodillas, el cuero cabelludo o la espalda".

Con respecto a las causas de esta patología refirió: "Hay una predisposición hereditaria y factores que la despiertan como por ejemplo infecciones latentes no tratadas, y está comprobado que hay medicamentos que inducen a la aparición de la psoriasis como: las aspirinas, medicamentos para hipertensión, antimicóticos, el litio usado para la depresión, entre otros".

Agregó que el estrés emocional, que afecta a la salud mental del paciente, puede despertar la enfermedad, como así también el consumo de alcohol y de cigarrillo.

"Cuando el paciente lesiona la zona en donde tiene las placas de psoriasis, induce a que aparezcan más lesiones, por lo tanto es recomendable que aunque haya picazón en la zona, traten de no lastimarla", aconsejó Gómez.

Acerca de la edad en la que puede aparecer la psoriasis la dermatóloga dijo que es más frecuente la aparición a partir de los cuarenta años, lo que no determina que haya pacientes en los que se les descubra en la niñez o la juventud.