Silvina Escudero mostró su espalda descubierta con un vestido bohemio de mucho vuelo

Luego de su sorpresivo casamiento, Silvina Escudero se muestra más enamorada que nunca. Si bien su esposo, Federico, se mantiene reservado de la vida pública, ella demuestra en sus redes que atraviesa un gran momento en pareja.

Silvina Escudero aprovechó la “golden hour” y posó desde un yate

Incluso este fin de semana largo se dejó ver a pleno descanso, navegando en yate y disfrutando de los días de sol de primavera. Según mostró en sus historias de Instagram salió a navegar junto a su perrita.

Pero después se tomó el tiempo para hacer una publicación en su perfil donde mostró un cautivante vestido primaveral con la espalda descubierta y enomaró a más de uno.

Silvina Escudero causó sensación en Instagram al mostrarse en Bikini

Con su vestuario de estilo bohemio largo de mucho vuelo recolectó miles de “me gusta” de parte de sus más de 1.7 millones de seguidores.

En la descripción la bailarina compartió una importante lección para los usuarios: “Lo que sucede…conviene. No sé ni cómo ni por qué, pero es así”. En cuestión de pocas horas le llovieron los corazones rojos y sumó cerca de 40 mil likes además de comentarios como: “Linda como siempre”, “Qué mujer desearía tener tu belleza, yo soy una de ellas”, “Hermosa garotita, divino el vestido” y “Sos divina te quiero”.

La escalofriánte anécdota de Silvina Escudero en un vuelo con más famosas

Este fin de semana, Silvina Escudero visitó “PH, Podemos Hablar”, el programa de Andy Kusnetzoff y reveló el vuelo de terror que sufrió tiempo atrás cuando viajaba a un evento en Mendoza junto a más famosos. “Subimos, tormenta, estábamos en el aire y directamente el avión era un papel”, recordó.

“¿Vieron que cuando hay turbulencia, el avión va para arriba o los costados? En este caso, el avión iba a la deriva”, dijo sobre el terrible viaje que sufrió junto a Pedro Alfonso, Paula Chaves, Zaira Nara, Adabel Guerrero y Flopy Tesouro.

Y contó: “Parándonos, era un avión chico, recuerdo ir hasta donde estaba el piloto, abrir la cortinita y decirle: ‘¿Qué pasa? ¿qué hacemos?’. Y me respondió: ‘Estamos en manos de Dios’”.