Ejes del pesimismo

Si bien la situación financiera actual de los productores muestra una leve mejoría con relación a la medición pasada (32 vs 22), continúa dentro de los valores más bajos.

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No es de extrañar que el 69% de los productores manifieste que su situación financiera es peor que la de un año atrás.

Y el pesimismo es similar cuando se pregunta acerca del momento para realizar inversiones en activos fijos, dando el menor valor de toda la serie de 30 puntos: el 85% de los productores piensan que es un mal momento para realizar inversiones. Claro contraste con respecto a la situación de un año atrás, donde el índice de 109 ponía de manifiesto el optimismo en los productores que, luego, se tradujo en una importante compra de maquinarias, equipos y otras inversiones hasta mediados de 2022.

En la actualidad, la oportunidad para realizar inversiones en activos fijos también es el indicador más bajo de la serie: el índice 30 sobre 100 es el más negativo de toda la historia del Ag Barometer.

Tampoco resultan atractivas las inversiones en ganadería donde, como producto de la sequía y la caída en los mercados internacionales, se produjo un gran incremento en la faena de vacas y también un menor peso de faena en las ventas de novillitos y vaquillonas. El impacto es muy negativo en los precios de la hacienda, que quedaron muy retrasados con relación a la inflación.

La escasez de financiamiento es otra preocupación importante. “El que existe es a tasas nominales exorbitantes, producto de los desequilibrios macroeconómicos y la escasez de divisas utilizando las tasas de interés como herramienta para alentar la demanda de pesos, pero con consecuencias muy negativas sobre la actividad productiva”, consideran en el informe.

Un 66% de los productores van a utilizar fondos propios para financiar la campaña 2023/24. Mientras que para aquello que utilizan financiamiento el canje a cosecha (46%) es la herramienta preferida, seguida por las tarjetas rurales (18%) y el financiamiento de proveedores (13%). Será muy baja la utilización de créditos bancarios