Lucas Navarro, el profe que juega en Peñarol

A sus 28 años, el defensor trata de capacitarse y trabajar a distancia en la cuarentena mientras con su compañera esperan a su primer hijo.

Lucas Navarro con Julieta, su compañera. El defensor es profe de educación física y está haciendo el curso de técnico
Lucas Navarro con Julieta, su compañera. El defensor es profe de educación física y está haciendo el curso de técnico

Buscando el lado positivo de las cosas, dicen, se vive más tranquilo. La situación de pandemia por coronavirus está en la etapa más dura. Pero Lucas Navarro tiene motivos de sobra para no bajonearse y trata, en la medida de lo posible, de disfrutar  y aprovechar la cuarentena.

Este defensor de 28 años, con pasado en Racing de Nueva Italia y con presente en Argentino Peñarol, no se lamenta. Vive hace pocos días en Villa Allende con su compañera Julieta, que está embarazada de cinco meses. La inminente llegada del nuevo integrante de la familia, que tiene todas las fichas para llamarse Valentino, los llena de alegría.

Y así, Navarro trata de tomarse las cosas con tranquilidad y esperanza. "La verdad que estos momentos de crisis trato de verlos como buenas oportunidades, lógicamente hay muchas cuestiones negativas en todo ésto, pero de nada sirve centrarnos en eso, sino más bien poder verlo como una oportunidad. Y en lo personal lo tomé para darme tiempo a capacitarme mucho más, estudiar, leer y ver muchas cosas vinculadas a lo que me interesa. Además para entrenar algunos aspectos que durante el año de competencia no se pueden entrenar, y también de disfrutar más tiempo con mi compañera", empezó contando el defensor de la Peña cuando habló con Vía Córdoba.

Él es profesor de educación física y dedica su tiempo en entrenar jugadores amateurs y, cuando los tiempos lo permiten, también se suman algunos profesionales. Además está haciendo el curso de director técnico en ATFA Buenos Aires. Además de todo eso, también realiza video de análisis de juego para jugadores y entrenadores. En definitiva, todo vinculado al fútbol.

Lucas Navarro, de Argentino Peñarol, se lleva la pelota ante la mirada de Pablo Vegetti, el goleador de Belgrano en un amistoso en Villa Esquiú.
Lucas Navarro, de Argentino Peñarol, se lleva la pelota ante la mirada de Pablo Vegetti, el goleador de Belgrano en un amistoso en Villa Esquiú.

Este parate por la cuarentena, obviamente le preocupa. A jugadores de torneos semi profesionales como el Regional Amateur en el que juega Argentino Peñarol la falta de competencia golpea con más rudeza. Y Navarro lo sabe y explicó la situación: "Por supuesto que es un momento muy complicado para todo el mundo, y el fútbol es uno de los sectores mas complicados, sobre todo los clubes de ascenso. De igual manera, el club se está portando de manera fenomenal, con Sergio Fittipaldi y la gente que maneja el club, que han tenido actitudes muy generosas con todos nosotros, dentro de las posibilidades que tiene el club, nos están dando una mano y acompañando en éste momento, como así también nosotros estamos muy comprometidos con el club".

Para todos, la cuarentena por la pandemia alteró las rutinas. Para un futbolista no es la excepción. "Sinceramente no extraño tanto entrenar, sino más bien extraño mucho el simple hecho de patear una pelota, o dar un pase. Sí, extraño muchísimo jugar los partidos, extraño mucho esa sensación de estar jugando, de competir en partidos importantes, de la energía de un vestuario antes de un partido, de la gente, y todas esas emociones".

Lucas Navarro es la voz de mando de la defensa de Argentino Peñarol.
Lucas Navarro es la voz de mando de la defensa de Argentino Peñarol.

El zaguero del club de Argüello trata de estar lo más tranquilo que se pueda aunque la ansiedad sea mucha: "Lógico que la estamos pasando con bastante ansiedad, y sobre todo incertidumbre por no saber con precisión cuando va a terminar todo ésto, pero sobre todo tratando de cuidarnos y sostenernos de la mejor forma posible para cuando toque volver, que ojalá sea pronto".

Y mientras se espera la vuelta a las actividades normales, en la casa de los Navarro no hay tiempo para aburrirse. La llegada del primer hijo es la motivación suficiente para seguir adelante y motivarse para seguir creciendo.