Prisión preventiva para un exjefe de bomberos de Córdoba: qué graves acusaciones le adjudican

El fiscal Guillermo González ordenó la medida por dos polémicas investigaciones en la capital.

Dirección de Bomberos de la ciudad de Córdoba.
Dirección de Bomberos de la ciudad de Córdoba. Foto: Ramiro Pereyra

El fiscal Guillermo González ordenó este viernes por la mañana la prisión preventiva para Gustavo Folli, el exjefe de bomberos de la provincia de Córdoba, quien es investigado como protagonista en dos polémicas y graves causas.

QUÉ GRAVES ACUSACIONES PESAN SOBRE GUSTAVO FOLLI

El jurista de Instrucción del Distrito I Turno II de Córdoba consideró a Folli como el jefe de la asociación ilícita que emitía habilitaciones falsas para comercios en Córdoba. Según la investigación, desde que asumió como jefe de bomberos, en 2008, “le dio orden a una estructura delictiva conformada por policías que crearon una oficina paralela para tramitar certificados truchos”.

El excomisario Gustavo Folli, en una imagen de 2013. (La Voz)
El excomisario Gustavo Folli, en una imagen de 2013. (La Voz) Foto: LVI
Gustavo Folli, ex subjefe de Policía de Córdoba.  (Pedro Castillo / Archivo)
Gustavo Folli, ex subjefe de Policía de Córdoba. (Pedro Castillo / Archivo) Foto: Castillo Pedro

Paralelamente, González le adjudicó los delitos de “violencia de género, aborto, coacción y tráfico de influencias reiteradas” en el marco de la denuncia realizada por Eva Molinelli Torres, su expareja que vivió un calvario durante cuatro años.

Ahora, el letrado no descarta más personas involucradas ni detenciones y se seguirán analizando conductas de comerciantes que recibieron certificados truchos.

HABILITACIONES TRUCHAS EN CÓRDOBA: EL ROL DE LOS ACUSADOS

El jurista de Instrucción del Distrito I turno II especificó en su investigación que Julio Zárate, Eduardo Arturo Rivadero, Marcos Fernando Luquez, José Leonardo Gorosito, Roque Javier Olmedo, Mario Javier García y Félix Rafael Calama serían los integrantes de la banda delictiva.

Zárate está acusado de ser jefe de la organización delictiva y los restantes como miembros de la misma. Rivadero, habría aprovechado su posición para la confección material de los certificados apócrifos.

Luego, Luquez lo habría suplantado cuando el mencionado se retiró. Por su parte, Gorosito, se encargaba de ser el chofer en la subjefatura de Policía y habría aprovechado sus contactos e influencias para obtener rápido los certificados ilegales.

Olmedo está acusado de haber puesto en uso sus conocimientos sobre higiene y seguridad y, junto a García y Félix Calama, se habrían concentrado en fraudulentar la realidad de los locales.