Javier Milei aceptó modificar la suba de retenciones al agro, pero sin perder caja

El Gobierno excluyó a 16 sectores del pago de los derechos de exportación, redujo la alícuota para el vino, pero compensó la pérdida de recaudación con un alza en los subproductos de la soja.

Papa, uno de los sectores excluidos de retenciones.
Papa, uno de los sectores excluidos de retenciones.

El Gobierno aceptó reformular la suba de retenciones al agro, pero sin ceder un dólar de los US$ 400 millones que pretendía recaudar con la medida.

Con el nuevo esquema 16 sectores no pagarán nada, la vitivinicultura tendrá una alícuota de 8% y los subproductos de la soja tributarán 33% en lugar del 31% vigente a la fecha.

Fernando Vilella, secretario de Bioeconomía. (La Voz)
Fernando Vilella, secretario de Bioeconomía. (La Voz)

Tras la primera reunión realizada la semana pasada, los representantes de la Mesa de Enlace y las nuevas autoridades de la Secretaría de Bioeconomía acordaron reunirse este lunes para analizar la situación, dado que con el alza de retenciones al 15% anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, muchas actividades se convertían en inviables.

El encuentro estuvo encabezada por el secretario del área Fernando Vilella, quien estuvo acompañado por Juan Pazos, secretario de Coordinación del Ministerio de Economía. Pazos se llevó lo que fue a buscar: US$ 400 millones para la caja.

La redistribución de impuestos propuesta dejó perdedores y algunos que “empataron” el partido.

Luego de la reunión Vilella señaló que se buscó “un camino alternativo en torno a los derechos de exportación, centrado en las producciones regionales y lácteos”.

La modificación estará incluida en el proyecto de ley que se elevará al Congreso Nacional.

El nuevo esquema contempla la disminución a 0% de las retenciones para los siguientes complejos exportadores: Olivícola; Arrocero; Cueros bovinos Lácteo; Frutícola (excluido el limón); Hortícola; Porotos; Papa; Ajo; Garbanzos/lentejas/arvejas; Miel; Azúcar; Yerba mate; Té; Equinos; Lana. A su vez se disminuyó al 8% al alícuota para el sector vitivinícola, incluido el mosto.

La pérdida de ingresos estimada para Estado por la eliminación de estos tributos es de unos US$ 400 millones, que se compensará con una suba de 31% a 33% de las retenciones para los subproductos de la soja.

Asimismo, hubo una promesa de que se revisará la situación de los complejos: porcinos, pesca, maíz y pisingallo. El resto de los complejos de cereales y el girasol mantendrán una alícuota de retención de 15%.

El presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, destacó la predisposición del gobierno “para el diálogo” pero insistió en que “las retenciones no son el camino que hay que recorrer”.

Por su parte, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Carlos Castagnani, señaló que “el Gobierno ha reconocido que el aumento propuesto era irrisorio e injustificado, lo cual indica la necesidad de reconsiderar ciertas economías regionales que se veían muy afectadas”.

“Hay aún producciones específicas como el tabaco, el limón, el maní, la avicultura, porcinos y el girasol, que mantienen la alícuota anunciada, por lo que debemos sentarnos a dialogar para que también le quiten los derechos de exportación”, insistió.

En coincidencia con Pino, el titular de CRA recalcó que “los derechos de exportación son solo uno de los problemas que enfrenta el sector agropecuario. La materia tributaria e impositiva también son áreas de preocupación”.

Quienes expresaron un total rechazo fueron los exportadores de subproductos de soja.

La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y CEC (Centro Exportador de Cereales) indicaron que “es una muy mala noticia para la economía del país”.

Para Ciara-Cec, “la principal industria exportadora se verá castigada por la suba de impuestos y eso va a limitar severamente el flujo de divisas y atentará contra el empleo industrial de la soja”.

“La industria siempre pidió igualdad tributaria y esos 2 puntos eran un reconocimiento de esa condición fiscal, que ahora el gobierno rompe”, cerró el parte de prensa de la entidad.

En similar sentido se expresó el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA): “Más allá de la comprensión por la delicada situación de las cuentas públicas reiteramos la necesidad de adoptar una política exportadora que contemple un esquema impositivo que fomente la producción y el agregado de valor para lo cual es necesario desarrollar un cronograma de eliminación de DEX (derechos de exportación) a los complejos Oleaginoso y Cerealero, como así también considerar la delicada situación de las economías regionales”, indicó en un comunicado de prensa.