El joven que vive en medio de un parque nacional en Chaco, lidera el proyecto de la nutria gigante y concientiza sobre el cuidado de la fauna nativa

Es el responsable de la reintroducción de la nutria gigante en El Parque Nacional El Impenetrable, Chaco, y en una entrevista con Vía País explica la importancia de cuidar nuestro ecosistema.

Mario Tarragó es el encargado del proyecto de reintroducción de la nutria gigante en El Impenetrable, Chaco.
Mario Tarragó es el encargado del proyecto de reintroducción de la nutria gigante en El Impenetrable, Chaco. Foto: Miranda Volpe - Rewilding Argentina

Este joven de 31 años nos contó su incansable trabajo como encargado de la reinserción de la nutria gigante en Argentina, sus voluntariados, su rotundo cambio de oficio, sus increíbles anécdotas con animales salvajes y su dedicación al cuidado del medio ambiente: “Todo pequeño aporte es válido”.

Mario Tarragó nació en Baradero, un pueblo en la provincia de Buenos Aires, donde hizo todo su escuela primaria y secundaria, hasta que llegó el momento de abrir sus alas: “A los 20 años me fui a vivir a la ciudad de Rosario a estudiar una tecnicatura química y también estudié medicina aunque no complete los estudios”, contó a Vía País, Mario, quien además trabajó en un laboratorio farmacéutico, donde hacían un medicamento para recién nacidos prematuros.

Con una llamativa curiosidad por los espacios verdes y los animales, Mario adora viajar, tanto por dentro como por fuera del país. Así fue como se involucró tanto con el entorno natural: “Fui bombero voluntario en mi juventud, tuve mucho contacto con el tema de los incendios forestales y de los rescates en zonas agrestes y siempre tuve relación con la naturaleza”, explicó el joven, argumentando la fascinación por su actual trabajo.

La increíble historia de Mario: de la ciudad al campo sin escalas

Mario trabajaba en un laboratorio farmacéutico, pero sabía que su vocación estaba en otro lado: “Sentía que el laboratorio estaba muy arraigado a la industria y que no estaba haciendo algo que pudiera contribuir con un bien mayor”, expresó. Así fue como planificó un viaje donde haría algún voluntariado, para conocer y contribuir con la fauna, las flores y la cultura de Argentina y Latinoamérica.

La nutria gigante en el Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco.
La nutria gigante en el Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco. Foto: Miranda Volpe - Rewilding Argentina

Lo que Mario no esperaba era que su vida cambiaría rotundamente al dejar la ciudad y empezar a hacer voluntariados. “Empecé con Rewilding a voluntariar con sus proyectos y comencé a conocer la Fundación, ya la conocía y la venía siguiendo, pero ahora la veía desde adentro y fue como interiorizarme y entender que había mucho por hacer y mucho por aprender”, declaró.

Casi sin darse cuenta, ya había conocido a muchas personas del área y había participado en varios proyectos, como el de la reintroducción del guacamayo rojo, el del yaguareté y ahora, el de la nutria gigante. “Del esfuerzo por aprender, por aportar, creo que vinieron mis ganas por contribuir a lo que se está haciendo en el país, que me parece que es muy importante poder restaurar o contribuir a que los ecosistemas sean sanos, funcionales y amigables”, sentenció.

Por supuesto, adaptarse no fue tarea sencilla, pero para él, fue más fuerte su pasión por lo que hace y está muy conforme con su elección: “Pasé de vivir en una ciudad y trabajar en un laboratorio a vivir en un parque nacional y trabajar en el campo, pero fue como llevar las cosas que más me gustaban a mi trabajo”, manifestó el joven.

Luego de algunos voluntariados en Rewilding, lo terminaron contratando. La nutria gigante antes se encontraba en Esteros del Iberá, donde Mario llegó a tener bastante contacto con la especie, luego, cuando el proyecto fue trasladado al Parque Nacional El Impenetrable en Chaco, le ofrecieron a él ser el encargado del proyecto de reintroducción de la nutria gigante.

Cómo es su arduo trabajo en Rewilding con la nutria gigante

No hay un día tipo”, explicó. Cada día es distinto en El Impenetrable, pero la principal actividad es el cuidado de Yverá, un ejemplar de nutria gigante que llegó de Corrientes. “Estamos a cargo de su alimentación, su cuidado y de observar su comportamiento, su adaptación al entorno y ver cómo se desarrolla ella en este lugar nuevo”, expuso.

El ejemplar viene desde Esteros del Iberá y fue nacida en cautiverio. Es por eso que para el proyecto, se encuentran en un área protegida para resguardar a la especie de la cacería, la pesca o cualquier otro inconveniente: el Yverá está en un corral de presuelta, dentro del entorno que ella habitaría naturalmente, con una parte sobre la tierra y otra sobre el agua.

El corral preparado para la reintroducción de Yverá.
El corral preparado para la reintroducción de Yverá. Foto: Miranda Volpe - Rewilding Argentina

El corral simula su vida en el lugar para que el animal se vaya adaptando al entorno al cual deberá salir. Por eso, se le enseña a pescar su propio alimento y se evita el contacto con ellos, buscando que sean lo más independientes del ser humano como sea posible. La mejor forma para lograr eso es colocando los peces en una pileta, luego abrir unas guillotinas y dejar que los pesquen por sus propios medios.

Una de las razones por las que es tan fundamental la reinserción de esta especie es que es el depredador tope del agua y es una pieza clave para que el ecosistema funcione, ya que regula las poblaciones de otros tipos de peces de los que se alimentan. La nutria gigante, como depredador tope, controla las superpoblaciones de peces.

Como la nutria gigante está en peligro de extinción a nivel mundial y extinta en Argentina, es de urgencia reintroducirla para que los ecosistemas estén completos: “Un ecosistema debe tener todos sus elementos; tienen que estar los depredadores y las presas. Entonces es una pieza clave que falta en el ecosistema para que sea sano y por eso se decidió empezar a trabajar con la especie”.

Mario Tarragó también explicó que se empezó con un proyecto de cría para liberación cuando los grupos familiares estén fuertes, ya que son animales muy sociables y viven en grupos. Para liberar a un ejemplar, debe estar en un grupo consolidado para que tenga más chances de ser exitoso en la naturaleza.

Dedicación absoluta: la importancia de cuidar la fauna desde adentro

La forma que tienen para trabajar en Rewilding es muy peculiar e implica necesariamente una vocación fuerte: “Una de las formas en las que trabajamos nosotros con Rewilding Argentina es poder vivir en el lugar donde tenemos que hacer las cosas, porque realmente nos dedicamos full time”, aseguró.

El Parque Nacional El Impenetrable en Chaco, donde se realiza el proyecto con Rewilding.
El Parque Nacional El Impenetrable en Chaco, donde se realiza el proyecto con Rewilding. Foto: Miranda Volpe - Rewilding Argentina

Además, contó que intentan ser lo más amistosos con el medio ambiente: “Acá en el Parque Nacional El Impenetrable vivimos en carpas glamping en el monte, al borde de una laguna, no tenemos modificaciones ni construimos sobre el lugar, usamos energía solar y agua de la laguna”.

Tarragó explicó la importancia de trabajar allí para poder estar atentos a los animales: “Sería muy difícil hacerlo desde afuera estando sentados en una ciudad, si hay que hacer algo, tenés que estar adentro del lugar”.

Vivir allí no es para cualquiera: hay serpientes, cascabeles, corales, yararás, arañas viuda negra, mosquitos, frío, calor, pero al final del día, Mario considera estar allí como un “privilegio”. “Realmente muchas veces me ha tocado estar en alguna situación en la que terminó el día y lo que pienso es: La verdad que es increíble todo lo que está pasando acá y realmente vale la pena no quedarse de brazos cruzados”.

El joven relató las veces que se ha topado con animales considerados peligrosos: “Me ha tocado tener algún encuentro muy cercano con algún yaguareté en libertad y encontrarme con muchos animales en la naturaleza, pero la actitud que tienen ellos es muy tranquila, muy de observarte, de convivir y de irse en todo caso”, contó y explicó que hay muchos miedos o mitos sobre la fauna silvestre, con la que podríamos convivir tranquilamente.

“Obviamente siempre hay que tener mucho respeto y cuidado porque son animales salvajes y no tenemos que invadir su espacio, pero sí me ha tocado cruzarme con un yaguareté de muy cerca en un monte, sin embargo, él se quedó observándome muy tranquilo y yo hice unos pasos para atrás e irme del lugar por precaución, pero fue un encuentro hermoso, no fue algo que haya considerado como peligroso o violento”, narró sobre cómo se le heló la sangre pero también lo disfrutó.

La importancia de cuidar a la fauna nativa.
La importancia de cuidar a la fauna nativa. Foto: Miranda Volpe - Rewilding Argentina

Además, hizo hincapié en que esos animales están en su hábitat natural y que no hay que destruir sus hogares: “Somos el principal depredador de la naturaleza y una de las causas por las que se extinguen especies es el hombre arrasando por sobre el hábitat de los animales. La fauna está, te la podés cruzar y disfrutarla, no te va a lastimar, si vos tratas con respeto y con cuidado, es muy lindo realmente”.

Su labor como una inspiración para muchos jóvenes

Mario es un ejemplo de disciplina y pasión: “En mis francos me voy a ayudar en otros proyectos de la Fundación o viajo a algún lado y a conocer lugares. Me interesa mucho la naturaleza, pero termina involucrándose mucho el trabajo con mis intereses personales”.

Su historia sirve como inspiración para miles de jóvenes que quisieran ser voluntarios: “Hay mucha gente siguiendo lo que hace la Fundación y eso es súper lindo. Yo era una persona que seguía la Fundación antes de estar trabajando acá y ves el trabajo que se hace y es increíble. Hoy me toca estar desde adentro”.

A Mario no le interesa tanto la exposición ni la admiración por redes sociales, pero sí la educación ambiental y la difusión de lo que hacen en Rewilding y cree que pueden ser una buena herramienta para que la gente se informe y aprenda.

Por último, Mario hizo énfasis en que es importante el cuidado de la fauna nativa, de sus hábitats y de nuestro entorno natural. Además, dijo que no hay que irse a vivir al medio de la nada para hacer algo; cualquier cosa mínima, como compartir una publicación, reducir el consumo de agua o eléctrico, contribuye: “Todo pequeño aporte es válido”.

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