Coimas en el MPA: los salarios de Serjal y Ponce Asahad y lo que cobraban por filtrar información

El abultado sueldo que les correspondía abre el interrogante sobre si el dinero que recibían en forma clandestina era para ellos o no.

Ingreso del fiscal Gustavo Ponce Asahad al Centro de Justicia Penal (Radio 2)
Ingreso del fiscal Gustavo Ponce Asahad al Centro de Justicia Penal (Radio 2)

El fiscal Matías Edery, uno de los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación (MPA) que llevó a audiencia imputativa a su colega Gustavo Ponce Asahad que quedó bajo prisión preventiva por recibir coimas a cambio de información penal reservada, este miércoles aventuró la cifra en pesos que cobraba por mes el imputado y su superior, el ahora desplazado fiscal regional Patricio Serjal también involucrado en las maniobras.

El monto de los salarios mensuales de ambos integrantes del MPA abren el interrogante sobre si las coimas las cobraban para su propio enriquecimiento o en realidad el dinero tenía otro destinatario.

"Un fiscal con el rango de Ponce Asahad gana unos 250 mil pesos por mes. Es similar a lo que yo cobro", expuso Edery en contacto con Radio 2, sobre el monto salarial al que accedía el imputado y que sin embargo lo llevó a recibir durante 20 meses entre 3 y 5 mil dólares por parte de Leonardo Peiti, personaje vinculado al juego que requería de información reservada del MPA.

Ingreso del fiscal Gustavo Ponce Asahad al Centro de Justicia Penal (Radio 2)
Ingreso del fiscal Gustavo Ponce Asahad al Centro de Justicia Penal (Radio 2)

"En el caso de un fiscal regional como Patricio Serjal, estamos hablando del equivalente al sueldo de un juez de cámara, unos 420 mil pesos", sumó Edery sobre el renunciante titular de la segunda circunscripción del MPA que, según se anticipó, también será llevado a audiencia imputativa.

En total se estima que la maniobra de coima consistió en un total de 80 mil dólares en casi dos años de pagos mensuales.

En la audiencia contra Ponce Asahad de este martes se dio a conocer el video de una de las últimas reuniones de Peiti con el fiscal imputado que supuestamente operaba como el recaudador de su jefe.