Gendarme de Rosario fue condenado porque mató a balazos a un chico de 15 años

La Justicia provincial declaró culpable a Héctor Rivas por el homicidio de Facundo Verón tras un intento de robo.

La víctima cayó herida el 7 de marzo de 2021 en Sánchez de Bustamante y Leyva.
La víctima cayó herida el 7 de marzo de 2021 en Sánchez de Bustamante y Leyva. Foto: TW / @turkitoman

Hace tres años, un adolescente murió baleado por la espalda en el barrio Saladillo de Rosario tras un intento de robo. El juicio por el homicidio concluyó este martes con la condena a 19 años de prisión a un gendarme, aunque los investigadores aclararon que no se trató de un caso de “gatillo fácil”.

El tribunal integrado por Gonzalo López Quintana, Lorena Aronne y Carlos Leiva declaró culpable a Héctor Daniel Rivas en un fallo unánime. El suboficial se encontraba privado de su libertad desde los primeros días posteriores al crimen, cuando Facundo Maximiliano Verón falleció por una herida de arma de fuego en el tórax.

El debate oral y público se desarrolló en menos de dos semanas en el Centro de Justicia Penal de Rosario. El fiscal Adrián Spelta había pedido una pena de 23 años de prisión efectiva, mientras que el defensor Julio Lovey solicitó la absolución del imputado por el beneficio de la duda.

¿Cómo fue el homicidio de Facundo Verón en Rosario?

Según la teoría del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Héctor Rivas mató a Facundo Verón el domingo 7 de marzo de 2021 tras un intento de robo en la puerta de su casa. La víctima y otro muchacho rompieron el vidrio del auto del gendarme a las 6 de la mañana y eso activó la alarma en Buenos Aires al 5500.

Si bien se trata de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego, el fiscal remarcó que “no es un hecho de violencia institucional”. El suboficial no estaba en servicio ni utilizó un arma de la fuerza, sino una pistola calibre 9 milímetros que había adquirido por su cuenta.

El día del asesinato, Verón y Alexis O. salieron de una fiesta e intentaron robar objetos de valor de un Peugeot 208. El dueño salió a perseguirlos y abrió fuego desde el auto en el cruce de Sánchez de Bustamante y Salva.

Cuando escucharon el ruido de los disparos, los jóvenes dejaron la bicicleta en la que circulaban y continuaron la huida a pie en diferentes direcciones. Cerca de la intersección con calle Leyva, el gendarme se bajó y baleó a la víctima fatal por la espalda. Después recogió la vaina servida del proyectil y se fue.