Quebrada del Rincón: las mágicas cuevas salteñas que tuvieron que cambiar su nombre

Originalmente conocidas como Cuevas de Acsibi, es uno de los más grandes atractivos turísticos de los Valles Calchaquíes, en Seclantás.

Las Cuevas de Acsibi, ahora llamadas Quebrada del Rincón
Las Cuevas de Acsibi, ahora llamadas Quebrada del Rincón Foto: Gonzalo Juncosa Torino

La Quebrada de las Conchas, Quebrada de las Flechas, y Quebrada de Escoipe son algunos de los atractivos turísticos más importantes de la provincia de Salta, y se les sumó recientemente la Quebrada del Rincón. El nombre puede no ser reconocido inmediatamente, porque aunque se lo promociona fervientemente, originalmente se conocía este destino como las Cuevas de Acsibi.

Las Cuevas de Acsibi, ahora llamadas Quebrada del Rincón
Las Cuevas de Acsibi, ahora llamadas Quebrada del Rincón Foto: Gonzalo Juncosa Torino

No solamente se modificó el nombre del lugar, lo cual es llamativo, sino también la visita: varios prestadores permiten recorrer el lugar con una gran variedad de servicios y precios. El recorrido de las formaciones inicia en la Finca Montenieva, un campo de 8.800 hectáreas que pertenece a nueve familias. El camino es increíblemente dificultoso, solo puede hacerse con una 4x4 entre retamas, tolas y algarrobos.

Las Cuevas de Acsibi, ahora llamadas Quebrada del Rincón
Las Cuevas de Acsibi, ahora llamadas Quebrada del Rincón Foto: Gonzalo Juncosa Torino

En frente tiene el cerro Apacheta; a su izquierda, el cauce seco del río Rincón; y hacia la derecha se desvía el camino en una pronunciada subida hacia el antiguo y verdadero camino inca. El desierto con cardones; increíbles aves como lechuzas, pájaros carpinteros y gallos de arena; a la derecha puede verse el cerro Negro, y a la izquierda el Nevado de Cachi. Con la camioneta se ascienden a 3.040 metros de altura, pero luego se desciende casi en picada al lecho del río Rincón.

Una vez recorrida esta sección, se debe andar a pie por dos horas más; hasta que a la izquierda aparece un gran cañadón: la esperada Quebrada del Rincón, atravesada por el río que está seco la mayor parte del año. Esta huella es el camino que conduce hasta las cuevas. Antes de llegar también hay que atravesar varias lenguas de hielo, a causa de las aguas que bajan de la Quebrada entre las rocas, pero se congelan durante el invierno.

El increíble atractivo rojizo requiere atravesar un dificultoso camino, que recientemente cambió su nombre.
El increíble atractivo rojizo requiere atravesar un dificultoso camino, que recientemente cambió su nombre.

Al menos tres tramos de improvisadas escaleras de madera se tienen que subir entre los desniveles más marcados, hasta que finalmente uno se cruza con las montañas rojas, con increíbles formas que se ven maleables a causa de la erosión fluvial: cuando llueve, muy pocas veces al año se modifica el aspecto de la caverna. Al entrar, se observa esta cueva de rojo absoluto al ras del suelo, a más de 3.000 metros de altura.