Los presos santafesinos comenzarán a usar uniformes de colores según su "peligrosidad"

Comenzará a regir para presos considerados de “alto perfil”, pero el objetivo es introducirlo en el sistema carcelario de forma generalizada.

Los internos estarán identificados según el nivel de peligrosidad
Los internos estarán identificados según el nivel de peligrosidad

En el marco de una serie de cambios en el sistema carcelario impulsados por la gestión de Maximiliano Pullaro, este miércoles el ministro de Seguridad Pablo Cococcioni anunció que los presos santafesinos comenzarán a usar uniformes de diversos colores, que permitirán su segmentación interna según el nivel de peligrosidad.

De esta manera, se espera reforzar el dispositivo de control interno en las prisiones, por medio de la segmentación de internos para su rápida identificación. Así, allegados al Ministerio aseguraron que la modalidad facilita la contabilidad y detección de situaciones inusuales dentro de los penales y reducir el riesgo de evasiones de internos entremezclados con las visitas.

Según el funcionario de la cartera de Seguridad, la medida comenzará a regir en principio para los presos de “alto perfil”, comúnmente vinculados al narcotráfico. No obstante, la idea es implementarlo en todo el sistema penitenciario provincial.

¿QUé dijo el ministro de seguridad provincial sobre la utilización de uniformes en las cárceles santafesinas?

El uniforme te sirve para establecer a dónde va cada preso dentro de la dinámica carcelaria; el que puede pasar esa puerta para ir a un taller, para ir a una escuela; uno tiene que poder visualizarlo”, explicó Cococcioni.

Y aclaró: “El tema del color es por motivos de visualización y segmentación de la población penal. Si usted está subido una garita en el perímetro, tiene que poder ver que se mueven los puntitos anaranjados y cuando hay un puntito anaranjado que se sale de su vista activar un protocolo. No con una cuestión de estigmatización.

El funcionario provincial detalló también que se contabilizan entre 200 y 300 presos de “alto perfil” en las cárceles santafesinas actualmente. Estos son considerados “el primer escalón de peligrosidad”, aunque admitió que no están dentro de un régimen estricto porque “no hay posibilidad edilicia para hacerlo”.