Usan la IA y compiten por millones: el picante y polémico reality de Netflix sobre infidelidades

Se trata de uno de los títulos “subidos de tono” que se pueden encontrar en la plataforma de streaming.

Falso amor
Falso amor Foto: Vía País

La plataforma de streaming Netflix no para de sorprender con su contenido original, y claro ejemplo de ello es su nuevo reality Falso amor, el cual poco a poco se va posicionando como uno de los títulos preferidos de la plataforma.

Se trata sin dudas de uno de los realities shows más polémicos del último tiempo y una de las producciones más picantes dentro del catálogo del servicio de streaming.

Falso amor, reality show de Netflix.
Falso amor, reality show de Netflix. Foto: Netflix

En el show conducido por Raquel Sánchez Silva, cinco parejas se enfrentan al desafío más importante y difícil de sus vidas con el fin de obtener un premio de 100 mil euros, lo que equivale a ¡31 millones de pesos argentinos!

¿A qué desafío se enfrentan los participantes de Falso amor?

En Falso amor cinco parejas se enfrentarán al desafío más complejo de sus vidas: lograr identificar si sus novios/as los están engañando o si se tratan de imágenes generadas por Inteligencia Artificial.

Falso amor, reality show de Netflix.
Falso amor, reality show de Netflix. Foto: Netflix

Las parejas serán divididas y encerradas en diferentes viviendas donde se encontrarán junto a ellas el resto de los participantes y personas que estarán allí para inundarlos de tentaciones. En cada episodio, los jugadores serán obligados a ver grabaciones donde deberán identificar si lo que están viendo es realidad o ficción.

La pareja que mayores aciertos obtenga, logrará ganar el premio de 100 mil euros. Ahora bien, se trata de uno de los programas más polémicos que la plataforma de streaming ha dado, tanto que, en las redes sociales están quienes aseguran de que los participantes son sometidos a una tortura psicológica.

Con tan solo 8 episodios, Falso amor es de esos títulos que despiertan, por lo menos, intriga en el público, además de reabrir el debate sobre hasta qué punto los realities shows pueden llegar y qué contenido es ético y cuál traspasa los límites de lo mostrable.