Pampita demostró por qué no le tiene miedo a las supersticiones y deslumbró con un vestido amarillo

Pampita, sin dudas, es una figura emblemática en el mundo de la moda argentina. Su trayectoria como modelo comenzó a finales de los años 90, pero hoy está más vigente que nunca y no solo eso, sino que ya se ha convertido en una referencia indiscutible de estilo y elegancia.

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Desde sus inicios, Pampita deslumbró por su belleza natural y su porte distinguido. Rápidamente se convirtió en una de las modelos más solicitadas del país, participando en desfiles para las marcas más prestigiosas y protagonizando campañas publicitarias de gran impacto.

Su presencia en las pasarelas internacionales la consolidó como una figura reconocida a nivel global. Ha participado en eventos de renombre como la Semana de la Moda de Milán y Nueva York, codeándose con las top models más importantes del mundo.

Justamente, ante toda esta trayectoria sabe perfectamente que para la gente del mundo del espectáculo, el color amarillo no siempre es el mejor color. Esto está dado por una superstición que indica que ese tono representa mala suerte, pero a pesar de las creencias se lo asocia con la felicidad, la energía, la creatividad y la sabiduría; y sin duda, en el cuerpo de Pampita estas cualidades se resaltan mucho más.

Así fue que recientemente la modelo subió a su cuenta de Instagram un video en el que se la veía luciendo un vestido amarillo corto, el cual usó para el programa que conduce en Uruguay: Veo como cantas. El vestido corto, escote V profundo, también resaltaba por un gran aplique en forma de moño que extendía desde arriba hasta abajo.

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¿Por qué no se usa el color que eligió Pampita para su vestido?

La idea de que el color amarillo trae mala suerte es una superstición que ha existido durante siglos. Un hecho que reforzó la superstición en el mundo del teatro fue la muerte del dramaturgo francés Molière en 1673. Se cuenta que falleció en el escenario vestido de amarillo, lo que llevó a muchos actores a evitar este color por temor a la mala suerte.