Cómo es el primer spa de cerveza que abrió en la Argentina

La bebida también se usa para tratamientos de relajación y rejuvenecimiento. La tendencia llegó hace 6 meses al país.

Primer spa de cerveza en el país.
Primer spa de cerveza en el país.
La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más populares del mundo, pero muchos desconocen que sus ingredientes (la malta, la levadura y el lúpulo, principalmente) son utilizados también para tratamientos de relajación y rejuvenecimiento corporal.
Los ingredientes de la cerveza son utilizados también para tratamientos de relajación y rejuvenecimiento corporal.
Los ingredientes de la cerveza son utilizados también para tratamientos de relajación y rejuvenecimiento corporal.
Existen spas de cerveza en varios países, sobre todo de Europa, como Islandia, Alemania, Austria y España. Hace 7 meses, la tendencia llegó a la Argentina.
Tédelúpulo Beer Spa abrió sus puertas en el barrio porteño de Palermo el año pasado. Inspirado en un spa de cerveza de la República Checa, se trata de una propuesta saludable y recreativa que ofrece diferentes tipos de tratamientos. 
Tédelúpulo Beer Spa abrió sus puertas en el barrio porteño de Palermo el año pasado.
Tédelúpulo Beer Spa abrió sus puertas en el barrio porteño de Palermo el año pasado.
Cada elemento de esta bebida tiene un beneficio en particular. "Los granos de la malta se usan para la exfoliación de la piel. El lúpulo es antioxidante. Cuando se combina con el calor de la sauna se produce la apertura de los poros; los aceites esenciales se usan para combatir el estrés, la ansiedad y el insomnio. A la levadura la usamos como complemento alimenticio. Es rica en hierro y muy nutritiva", contaron los emprendedores.
El spa está pensado para parejas y tiene dos circuitos: uno de casi dos horas y otro más corto, de una hora. En el primero, el huésped ingresa en un sauna lupulado y en un baño de inmersión en un macerador de malta. El segundo consta de un masaje con aceites que funcionan según la sala que se elija: lúpulo, malta o levadura. La experiencia concluye, como era de esperarse, con una pinta.