Cristina exige cambios en el gabinete y quiere ampliar la Corte

A vicepresidenta decidió salir a jugar con más fuerza. Quiere poner a De Pedro en Justicia y avanzar sobre la Corte. La Cámpora reclama más espacios. Esta semana hubo en Casa Rosada una primera reunión para organizar la campaña electoral de 2021.

El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner se mostraron juntos en un acto en La Plata. (Foto: Presidencia)
El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner se mostraron juntos en un acto en La Plata. (Foto: Presidencia)

El Gobierno del Frente de Todos cerrará un 2020 atravesado por la pandemia y con tensiones políticas internas en la coalición por errores no forzados en la gestión que hacen trastabillar su intento por mejorar la confianza pública de cara al 2021.

Desde el descontrolado funeral de Diego Maradona, en los despachos de Casa Rosada hay intranquilidad: aquello expuso un alto grado de desorganización. Y el nerviosismo crece a medida que Cristina Fernández incrementa su presión por cabios en el Gabinete.

“Les digo a todos y a todas. Todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, por favor, hay otras ocupaciones además de ser ministro o ministra, legislador o legisladora, vayan a buscar otro laburo”, fue la frase que terminó de romper el rumoreo.

Alberto hizo un nuevo gesto de sumisión recordandole a Cristina que él hizo todo lo que ella le dijo.
Alberto hizo un nuevo gesto de sumisión recordandole a Cristina que él hizo todo lo que ella le dijo.

Así habló Cristina el viernes en un acto del Frente de Todos en el Estadio Único de La Plata, organizado por Axel Kicillof. En el escenario estaban Fernández, Sergio Massa, Máximo Kirchner, Kicillof y la vicegobernadora, Verónica Magario.

Cristina, en el micrófono, continuó: “Necesitamos gente que los sillones que ocupe de ministro, ministra, legislador o legisladora sea para defender definitivamente los intereses del pueblo”.

La vicepresidenta está decepcionada por el desempeño de gran parte del Gabinete; está preocupada por el futuro del Gobierno y de su capital propio político; y tiene temor de ir a prisión con un empujón de la Corte Suprema de Justicia.

Eso la impulsó a romper la larga hibernación pública, al margen de su tarea den el Senado: el 10 de diciembre fue a un acto con el Presidente en la ex ESMA y luego hasta participó en la organización del acto en La Plata.

El acto fue una demostración de unidad, pero también de fuerza. Cristina subió al escenario a su hijo, el diputado y jefe de La Cámpora, una organización que viene pidiendo más espacios en el Gobierno e incluso quiere quedarse con la comunicación oficial y el reparto de pauta.

La Cámpora ve muchos errores. El más reciente fue la controversia por las vacunas. El Gobierno sabía que la Sputnik V no era aún apta para mayores de 60 años y sin embargo hasta el Presidente salió a decir que quería vacunar a los mayores; y quedó muy mal parado.

Avisa y avanza

El 25 de agosto Cristina había avisado en una carta que había “funcionarios que no funcionan”. Alberto echó a María Eugenia Bielsa y la reemplazó con el cristinista Jorge Ferraresi, quien tendrá en 2021 un presupuesto de 151.525 millones de pesos (211% más que en 2020).

La vicepresidenta quiere que Santiago Cafiero, el jefe de Gabinete, levante su perfil para reducir el desgaste del Presidente. Plantea que debe jugar más ante la prensa, como Aníbal Fernández, Juan Abal Medina y Jorge Capitanich en sus mandatos.

El 9 de diciembre también habló por carta. La presentó como un balance, pero fue una proyección. Le dijo a Fernández que ella cumplió con su parte, haciendo aprobar las leyes que pidió. Y luego embistió contra la Corte, a la que señaló como articuladora de un eventual golpe institucional.

Un acto en La Plata fue la excusa para reunir a los principales cuadros del Frente de Todos. (Foto: Prensa CFK)
Un acto en La Plata fue la excusa para reunir a los principales cuadros del Frente de Todos. (Foto: Prensa CFK)

Lo que se entendió como un ataque a la Corte fue un mensaje para Fernández, por su tibieza para avanzar sobre la Justicia. Cristina quiere ampliar la Corte a nueve miembros. Lo dicen Oscar Parrilli y Leopoldo Moreau, dos de los legisladores de su mayor confianza.

Fernández teme que eso desgaste más al Gobierno. Marcela Losardo, ministra de Justicia, avisó que no está de acuerdo y que no hay margen político para hacerlo. Cristina quiere que Fernández reemplace a Losardo con Eduardo “Wado” de Pedro, el ministro del Interior.

De Pedro se mueve bien en el terreno judicial. En 2014 fue miembro del Consejo de la Magistratura en representación del bloque oficialista de Diputados. Y hoy su hermano Gerónimo Ustarroz es el representante del Poder Ejecutivo en la Magistratura, donde se analiza el desempeño de los jueces federales.

Otros movimientos posibles

Si De Pedro va por Losardo, Silvina Batakis (secretaria de provincias) iría a Interior. También suena Daniel Scioli como canciller en lugar de Felipe Solá, al que le ofrecerían una embajada europea.

También hay rumores sobre la continuidad de Vilma Ibarra en la secretaría de Legal y Técnica. Hay quienes señalan que podría tener otro rol en el Gabinete. Y también resuena que está cansada de cuidarle las espaldas a Alberto de los propios de la coalición.

“Les digo a todos y a todas. Todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, por favor, hay otras ocupaciones además de ser ministro o ministra, legislador o legisladora, vayan a buscar otro laburo”, fue la frase más contundente de Cristina. Foto: Eva Cabrera
“Les digo a todos y a todas. Todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, por favor, hay otras ocupaciones además de ser ministro o ministra, legislador o legisladora, vayan a buscar otro laburo”, fue la frase más contundente de Cristina. Foto: Eva Cabrera Foto: Té lam

Cristina jugó fuerte de entrada. Y después le dio unos meses a Fernández para que acomode la gestión. En marzo aterrizó la pandemia y el Presidente y su gabinete se abocaron a ello. Terminado el confinamiento estricto, la vice y su tropa comenzaron a impacientarse.

La ex Presidenta y La Cámpora dicen que no van a romper, pero se terminó el silencio público. No quieren que la gestión siga mostrando tantos flancos débiles de cara a un año electoral en el que el Congreso renovará 127 bancas de diputados y 24 de senadores.

Los problemas de comunicación

Las elecciones legislativas ya están sobre la mesa. Mario Caputo, randazzista y uno de los responsables de la comunicación oficial, recibió en la semana feroces críticas de los responsables de prensa de municipios bonaerenses donde gobierna el Frente de Todos.

“No tenemos rumbo” y “no existe un concepto que actúe de paraguas comunicacional de la coalición”, se escuchó en la Casa Rosada. Caputo prometió mejoras. Pero la reunión terminó con escepticismo. Tampoco hubo bajada de línea sobre cómo va a trabajar el oficialismo.

La comunicación oficial es muy criticado por los intendentes peronistas, peones clave en el ajedrez de la contención social en los bolsones de pobreza, y también por La Cámpora, cuya frase de máxima es: “La vida por Cristina”. Ambos exigen cambios y señalan que si tienen que rodar cabezas, ahora es el momento.