"Atrapados", una serie islandesa que cautiva

Por Javier Firpo

No es un dato menor que la historia de "Atrapados" gire en la remota Islandia, en pleno invierno. Genera atracción extra -casi morbo- conocer cómo es la vida, y también la delincuencia, en esa isla remota. "Trapped", su título original, por ahora consta de una sola temporada de diez capítulos (disponible en Netflix), por lo que el espectador no se sentirá "secuestrado" por mucho tiempo; al contrario, este "thriller nordic noire" captará por la atmósfera claustrofóbica (vientos y neviscas insoportables), que se convertirá en protagonista.

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En los primeros capítulos conoceremos a Andri, el jefe de policía de un remoto pueblo, a una hora de avión de la capital Rejkiavik. Su trabajo carece de interés, y en casa las cosas no marchan bien: su esposa lo abandonó, situación que Andri no superó (aún lleva el anillo de matrimonio). Quizás la inminente visita de ella, con su nueva pareja, tensione la relación por la disputa de las dos hijas que viven con él.

Paralelamente, el pueblo se ve sacudido por la aparición de un cadáver y todo indica que el asesinato proviene de un ferri danés anclado frente al puerto. El letargo y modorra de Andri mutan por una impensada investigación, sin recursos ni infraestructura. Para colmo se topa con la beligerancia del capitán del barco, que pone todas las trabas posibles. Sin embargo, Andri averigua que en el ferri viajaban un traficante de personas lituano y un vecino del pueblo, que no goza de buena reputación.

"Atrapados", que dio el batacazo en Europa, tiene los condimentos para magnetizar de este lado del mundo.