Y al final ocurrio..

La tan anunciada suba de precios llegó, pero potenciada por otros factores. El aumento del precio de la hacienda, tanto del gordo como de la invernada, ya había comenzado a principios de agosto y tuvo entonces un gran salto, atribuido a la instalación del dólar agro que encareció el precio del maíz

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ViaCampo Foto: ViaCampo
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Creemos que los “fundamentals” del aumento estaban dados por una menor oferta de hacienda, ya que en general cuando suben los costos de producción nunca tienen efecto inmediato en los precios de venta. Y esta menor oferta va a continuar. Como sea, luego de las elecciones se produjo un salto devaluatorio del 22%, se retrajo aún más la oferta ante la incertidumbre y, en una semana, el precio de la hacienda en pie aumentó más del 30% (en un año casi un 160%).

Los precios del ternero pasaron de estar en el inicio del mes en los 550 $/kilo a tocar valores de más de 900 $/kg ahora (se han visto operaciones de livianos a 1300 $/kilo con plazo de 30 y 60 días). Y el gordo con un salto similar de precios. Obviamente esto se ve reflejado casi de inmediato en los precios de las carnicerías, lo que hace presumir que el consumo interno va a bajar un poco, al menos hasta que haya ajustes de salarios. Las consultas sobre cómo operar en este escenario son numerosas.

En general suponemos que los novillos o vacas gordas que ya están para vender saldrán al mercado en breve ya que mantenerlas comiendo deteriora el negocio. Además, pareciera que el “fogonazo” de precios ya ocurrió y que se puede esperar unos días de meseta. Parte de los pesos generados por la venta irán a reponer con terneros, terneras o vacas flacas como una forma de seguir posicionado en carne. La relación flaco/gordo, hoy extremadamente volátil día a día, se ubica aproximadamente en 1,10 lo que vuelve atractivo el negocio en la foto.

Y siempre entendiendo que en un país cuya moneda casi no existe, todos prefieren tener “cosas” (activos) antes que pesos. La amenaza, real o falsa, de que el gobierno cerraría las exportaciones de carne por 15 días no hicieron más que meter ruido, y la desmentida tiene como música de fondo un “por ahora”. Los frigoríficos necesitan abastecerse para sostener sus niveles de facturación y para cubrir sus costos fijos, siendo un sostén para la suba de precios ante la menor oferta.

Desde el plano del mercado internacional, China muestra algo de menor demanda y decididamente convalida menores precios de compra. Esto impacta directamente en las exportaciones del país, ya que las mismas representan cerca del 80% del volumen que se exporta. Los otros destinos argentinos (UE, EEUU, Israel, Chile) sostienen mercados de mayor valor, pero con leves caídas. Los cortes de Hilton en los 14000 u$s/tonelada se presentan atractivos para cumplir con esa cuota. Resumiendo, la carne es un río revuelto donde no queda claro quiénes son los pescadores.