Córdoba: a los 43 años, volverá a encontrarse con su familia separada durante la dictadura

Lourdes Icoff, que vive en Unquillo, volverá a su Entre Ríos natal a conocer a su familia biológica. “Muchas madres no saben que estamos vivos”, señaló.

Juan y Nélida se reencontrarán personalmente con su hija apropiada hace 43 años.
Juan y Nélida se reencontrarán personalmente con su hija apropiada hace 43 años. Foto: El Diario Ar

Lourdes Icoff tiene 43 años, vive en la ciudad cordobesa de Unquillo y hace algunos días recibió una noticia muy esperada: encontraron a su familia biológica. Con tan solo algunos meses de vida, había sido apropiada en 1978, durante la última dictadura militar.

La mujer se enteró de quienes son sus padres gracias a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), que entrecruzó datos y encontró coincidencia entre Lourdes y Nélida Soria (82), una mujer uruguaya que actualmente vive en Entre Ríos. Según informó El Diario Ar, ya hubo un primer contacto virtual entre ambas, en el que también participaron Juan Rudis Correa y Sandra Correa Soria, que son el papá y la hermana de Lourdes. 

En cuanto a esta primera comunicación, Lourdes contó que “fue muy fuerte”. “Estoy súper feliz. No caigo”, señaló claramente emocionada. La apropiación de la bebé se produjo en 1978, cuando la familia uruguaya estaba viviendo en Buenos Aires con su hija Sandra, de ocho años, y Lourdes. 

“Mi papá no estaba, estábamos yo, mi mamá y la bebé en la pieza. A la noche tocaron pidiendo documentación. Nos dijeron que nos teníamos que ir porque éramos extranjeros. A la mañana siguiente pegan una patada en nuestra puerta, abren, empezamos a gritar. Alguien dice: ‘Hacé callar a esa pendeja, porque si no, no la vas a ver más’. Decían que mi papá era montonero, pero jamás fue así, mis padres jamás estuvieron en política”, recordó Sandra.

Más adelante, la hermana mayor de Lourdes consideró que lo que pasó estos últimos días “es algo muy loco, porque yo soy una testigo que vi todo y recuerdo todo, ahora se encontró a una persona, y mi mamá vive, mi papá vive, mi hermana vive”. “Cuando le contaron, mi mamá lloraba, pedía perdón. Quiero que sepan que se puede ir al Conadi, que hay muchas posibilidades”, sentenció.