Es viral: una mujer quiso ser como Barbie, se sometió a 43 cirugías, pero quedó irreconocible

Dalia Naeem, de 29 años, se volvió viral en las redes sociales tras fallar en 43 cirugías, las cuales se realizó para parecerse a Barbie. Conoce todos los detalles de su historia.

Dalia Naeem
Dalia Naeem Foto: instagram

Dalia Naeem, una mujer de 29 años, se hizo viral en las redes sociales por su asombrosa metamorfosis física. Su afán por parecerse a la icónica muñeca Barbie la llevó a someterse a 43 cirugías estéticas, invirtiendo una fortuna en el proceso, pero el resultado no fue el esperado.

Con cabello dorado, ojos azules, labios voluminosos y nariz diminuta, Dalia atrae la atención en sus cuentas de Instagram y TikTok, donde acumula cientos de miles de seguidores. Conocida como la “Barbie iraquí”, la joven se sometió a numerosas cirugías estéticas para alcanzar su anhelada transformación.

La mujer que intenta parecerse a Barbie
La mujer que intenta parecerse a Barbie Foto: instagram

A pesar de su popularidad en las redes sociales, Dalia ha sido sincera sobre las intervenciones quirúrgicas que ha enfrentado. No tiene problema en hablar sobre su experiencia si se le consulta al respecto. Además de los retoques faciales, también se realizó aumentos de busto y glúteos, junto con otros retoques estéticos mediante el uso de botox.

Por su parte, sus miles de seguidores se dividen entre quienes la felicitan por su look y aquellos que aseguran lamentar el drástico cambio en su apariencia, sobre todo en su rostro. Algo que la propia “Barbie iraquí” admite que prefiere ignorar. A pesar de las críticas, Dalia continúa compartiendo su vida en las redes sociales y sigue persiguiendo su ideal de belleza, aunque esta búsqueda haya dejado un debate abierto entre quienes la siguen.

La Barbie Iraquí que se hizo 43 cirugías
La Barbie Iraquí que se hizo 43 cirugías Foto: instagram

Los riesgos de las cirugías estéticas:

El caso de Dalia Naeem resalta los riesgos y las consecuencias de perseguir una apariencia estética irreal. La búsqueda por parecerse a una muñeca puede llevar a extremos y decisiones que pueden resultar decepcionantes y preocupantes para la salud. Su historia es un recordatorio de la importancia de la autoaceptación y de abordar la belleza desde una perspectiva más realista y saludable.