Robo multimillonario a Cofco: imputaron a los once detenidos como parte de una asociación ilícita

Se les dictó prisión preventiva por un mes, mientras avanza la investigación por la sustracción de agroquímicos de la empresa china.

Cofco opera en Puerto Gral San Martín
Cofco opera en Puerto Gral San Martín

Este miércoles, once personas fueron imputadas como parte de una asociación ilícita que llevó a cabo un robo millonario de agroquímicos a la empresa de capital internacional Cofco, cuya planta industrial se encuentra en Puerto General San Martín, dentro del denominado Gran Rosario.

Los acusados, sobre los que recae prisión preventiva de 30 días efectiva para 9 de ellos y de cumplimiento domiciliario para 2, están siendo investigados por Carlos Ortigoza, fiscal de San Lorenzo, por el robo sistemático de agroquímicos contra la firma, que llegaron a causar un perjuicio estimado en 870.000 dólares.

En la audiencia imputativa llevada a cabo en tribunales de San Lorenzo, Fiscalía les atribuyó formar parte de una asociación ilícita comandada por un padre y su hijo, dueños de una empresa de cargas, que desarrollaban las maniobras fraudulentas con participación de empleados de Cofco y camioneros.

La empresa de capitales chinos opera en Puerto Gral San Martín
La empresa de capitales chinos opera en Puerto Gral San Martín

Las once personas fueron detenidas a principios de junio, durante una serie de allanamientos en diferentes localidades del cordón industrial en operativos realizados por la Policía Federal Argentina (PFA). Voceros del MPA precisaron que los allanamientos tuvieron lugar en Puerto General San Martín, San Lorenzo, Fray Luis Beltrán y Capitán Bermúdez.

¿Cómo era el procedimiento utilizado para robarle a la empresa cofco?

Las maniobras de robo empezaban con el ingreso de camiones en el sector de espera de la planta de Cofco. Allí, dos choferes ingresaban al sector simulando tener un compromiso de carga de agroquímicos, estacionaban y esperaban. Una vez cargados los agroquímicos se desviaban de los recorridos que tenían asignados y, sin que mediara control que verificara si los camiones estaban autorizados a cargar materiales de ese tipo, los descargaban en las bateas de esos camiones.

Posteriormente, los camiones salían por una puerta distinta a la del ingreso principal y llevaban el cargamento a un inmueble de Rivadavia al 1900, donde vivían los dueños de los camiones de carga. Luego, la mercadería robada era vendida en el mercado negro.