Irá a la cárcel la mujer que dejó las hornallas abiertas para matar a su hijo

Luego de abrir el gas y cerrar las ventanas, Lidia Quispe le había enviado un mensaje a su expareja para comunicarle la decisión de terminar con su vida y la de su hijo.

Hornalla
Hornalla

Un domingo de julio del 2019, Lidia Quispe cerró todas las ventanas de su casa, ubicada en el barrio Gustavo Leguizamón de la ciudad de Salta, abrió el gas de todas las hornallas de la cocina, y se recostó en un sillón junto a su hijo de 11 años. Antes le envió un mensaje a su expareja en el que le contaba la funesta decisión de acabar con ambas vidas.

Por fortuna, la madre de Quispe llegó al domicilio ese domingo. La mujer se dio con que todas las ventanas de la casa estaban cerradas, así también la puerta de entrada. Además, desde afuera se sentía un fuerte olor a gas, por lo que la madre, preocupada, decidió violentar la puerta y entrar a la casa de su hija.

Cuando finalmente pudo entrar a la vivienda, la mujer vio a su hija y nieto dormidos en un sillón. En el ambiente el aire era irrespirable, por lo que abrió todas las puertas y ventanas y llamó al 911. Cuando el personal policial llegó al lugar madre e hijo estaban ya en el exterior de la casa con signos de intoxicación, por lo que fueron asistidos en el lugar y se determinó que se encontraban estables.

Lidia Quispe fue luego imputada por la fiscal fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, María Luján Sodero Calvet, por el delito de tentativa de homicidio agravado por el vínculo en perjuicio de su hijo de 11 años.

La causa fue luego elevada a juicio, en el que la fiscal Ana Inés Salinas Odorisio, representó al Ministerio Público ante la Sala V del Tribunal de Juicio. Finalmente, la jueza Gabriela Romero Nayar, luego de recibir la confesión de la acusada, le impuso una pena de 10 años de prisión de cumplimiento efectivo, se recomendó que realice tratamiento psiquiátrico y en el mismo fallo, se dispuso que sea registrada en el Banco de Datos Genéticos.