Pedirán 15 años de prisión para las dueñas de una estética sanjuanina acusada de promover la prostitución

Patricia Coria y su hija Natalia María Pablo comenzaron a enfrentar el juicio este lunes.

La estética sanjuanina donde presuntamente se ejercía la prostitución está ubicada en la Capital de la provincia.
La estética sanjuanina donde presuntamente se ejercía la prostitución está ubicada en la Capital de la provincia. Foto: Diario La Provincia SJ

El Ministerio Público Fiscal de San Juan pedirá que la dueña de la estética Eros for Men, Patricia Coria, y su hija Natalia María Pablo pasen 15 años en la cárcel. El juicio comenzó este lunes por la causa las mantiene imputadas a ambas por promoción y facilitación de la prostitución agravada por el aprovechamiento de la vulnerabilidad de las víctimas.

El fiscal Juan Manuel Gálvez informó que hay “una infinidad” de pruebas que comprometen a las mujeres que, de ser encontradas culpables, deberán cumplir la pena de prisión efectiva. “De las computadoras se sacó listas de precios, nombres de masajes. Había sensitivos y completos. Había gran cantidad de WhatsApp donde quien atendía los teléfonos preguntaba si estaban disponibles las chicas. Hay indicios que indicarían que se ejercía la prostitución”, señaló a Diario La Provincia SJ.

Patricia Coria y su hija Natalia Pablo son las acusadas de regentear chicas en una estética sanjuanina.
Patricia Coria y su hija Natalia Pablo son las acusadas de regentear chicas en una estética sanjuanina. Foto: Diario La Provincia SJ

Es preciso recordar que una de las trabajadoras de la estética fue quien denunció que este tipo de hechos sucedían. En este sentido, Gálvez refirió que en la lista que encontraron había un masaje que incluiría sexo y que se llamaba “final feliz”, por lo que tenía un precio más elevado.

“Así salía escrito en las planillas de Word que tenía la señora Coria, que administraba y hacía las entrevistas de trabajo a las chicas. Era quien las inducía a eso”, apuntó el fiscal. A la vez, manifestó que las chicas contratadas no sabían que los clientes podían pedirles sexo y que se enteraban una vez dentro del habitáculo para masajes.

“No hizo falta hablar con clientes. Tenemos dos años de escuchas de WhatsApp y las tenemos impresas. Los clientes no están cometiendo un delito. Tenemos las listas, precios y testimonios sin fisuras de las trabajadoras”, agregó. El fiscal, además, dijo que Coria se aprovechaba de la necesidad y vulnerabilidad de las chicas que trabajaban en el lugar.