Juan Roberto Sir: “La música es mi vida, me proporciona una gran alegría”

Un arpista autodidacta en las calles tucumanas.

El artpista en la peatonal tucumana.
El artpista en la peatonal tucumana. Foto: Sol Alvarez Natale

Es una mañana como cualquier otra en las ajetreadas calles de Tucumán. Cientos de personas van y vienen como una exhalación, sin detenerse demasiado, sin mirar a los costados más que para observar de reojo, en las vidrieras, los precios remarcados de la semana. En medio de parlantes estridentes de casas de electrónica, bocinas y motores, una melodía angelical comienza a desgranarse por la peatonal, mezclándose con el aroma de los azahares. Entonces ya no es una mañana cualquiera; la gente detiene su marcha un instante, embelesada por la música imposible de un arpa. Es Juan Roberto Sir, músico y luthier autodidacta. El arpista nacido en Bellavista, provincia de Tucumán, hace 70 años, nos cuenta cómo nació el amor por su arte, su trayectoria y alegrías:

“Comienzo muy pequeño con la música, de manera intuitiva, a los 8 años con una guitarra, luego a los 13 años algo de charango, y a los 17 años, casi 18, comparto con un arpista mendocino llamado Walter Morato, que era arpista y luthier, y ahí tengo el primer contacto con el arpa, y lógicamente me enamoré del instrumento. Comencé a frecuentar su taller y aprendí a construir arpas. Después, con el tiempo, comencé a aportar en la construcción, en las innovaciones, y la técnica que yo tengo para tocar un poco es propia. Lógicamente uno aprende un poco de cada uno, pero los primeros pasos me los dio Walter Morato. Después continué solo, porque no tuve en un principio mucho contacto con arpistas. Sí, en los últimos tiempos, donde participé de muchos encuentros, como en el Mishquila de Arpas, en Santiago del Estero. O encuentros en Santa Fe, en Venado Tuerto, en fin, en distintos lugares, en donde pude compartir con otros arpistas, de los cuales uno va asimilando y aprendiendo algunas cosas”.

--¿Cuál es su profesión principal?

“Profesiones tengo varias, pero fundamentalmente soy músico, y soy luthier, dedicado a una especialidad que son las arpas. En Argentina no somos muchos los que nos dedicamos a la construcción y reparación de este instrumento, apenas tres o cuatro. En Paraguay sí, ya que está declarado instrumento nacional. Pero en Argentina no somos muchos, y arpistas en las provincias muy poco. Normalmente, donde mayormente se encuentra arpistas es en Buenos Aires por la influencia paraguaya”, y mencionó que “Tuve contacto con paraguayos importantes, como Nicolás Caballero e Ismael Ledesma, pero solo visité Paraguay tres veces y apenas hice música allí. Mi actividad musical se desarrolla principalmente en las provincias argentinas”.

Sir nos muestra parte de su trabajo discográfico.
Sir nos muestra parte de su trabajo discográfico. Foto: Sol Alvarez Natale

Sir es un apasionado en lo que hace, y nos cuenta como fue aprendiendo el difícil arte del arpista y la delicada construcción de ese instrumento: “Soy autodidacta. Fui enriqueciendo mis conocimientos a través de libros. Antes era un poco más complicado. Hoy a través de internet se consiguen cosas mucho más fáciles, más rápido. Todo lo que pude asimilar me costó mucho. Me costó mucho tiempo hacerlo y hoy con 70 años todavía me falta por aprender muchísimo”.

El artista, que tiene larga trayectoria en escenarios, recientemente decidió probar suerte en la peatonal, instalándose desde hace un año en la zona de la Peatonal Muñecas, en la cuadra entre San Martín y Mendoza “Hace aproximadamente 20 años, toqué frente a la Casa Histórica. Normalmente suelo hacer temporada en Mendoza, en muchos lugares de San Luis, San Luis Capital, Villa Mercedes, Merlo de San Luis, también en la Sierra de Córdoba, en Santa Fe, en Santiago del Estero, en fin, en distintas provincias, y jamás hacía temporada en Tucumán. Este es el primer año. Comencé haciendo temporada en la Plaza Urquiza, después lo hice en el Parque Avellaneda en algún momento”.

--¿Posee material discográfico?

“Grabé un primer CD hace aproximadamente 10 años de folclore argentino una mitad y la otra mitad música paraguaya, los temas clásicos. En ese CD se destaca el arpa porque no tengo ningún tipo de acompañamiento: es arpa sola. Luego grabé un segundo CD en donde me acompaña un amigo con violín. Este tiene folclore nacional algo de folclore paraguayo y algunos boleros viejos muy bonitos. El tipo de música que más me agrada es la música lenta, la música suave. Me gustan los boleros, la música melódica. Tocando para distintas clases públicos incursiono por varios ritmos y es bastante variada la calidad de los temas. Incluyo melódico, por ahí alguna samba, chacareras, gatos, el escondido, algunos tangos...”. Dicho material está disponible, de su propia mano, en la peatonal.

--¿Cuál es su experiencia en escenarios?

--” Tuve la oportunidad de estar en muchísimos escenarios importantes. El encuentro más importante que tiene Latinoamérica, que se llama Mishquila de Arpas, que se realiza en Santiago del Estero. Tiene veinte ediciones, y de las veinte ediciones yo participé en dieciocho. Participé en un encuentro grandísimo en Esperanza, Santa Fe. La última participación la tuve este año, en el mes de marzo. También en un encuentro grandísimo en Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, hace tres meses. Luego, en los escenarios tucumanos, toqué en el Festival de Monteros. Toqué alguna vez en el Festival del Sulky, también en el Festival de Lules. Estuve dos veces convocado y participé en programas de Marcelo Tinelli en Buenos Aires. Recorrí bastantes escenarios en otras provincias, inclusive toqué en el Festival del Sol, en San Luis. Y después peñas. Y acá, en los medios, estuve reiteradas veces en los distintos canales, Canal 8, Canal 10, a quien agradezco profundamente. Programas Cacharpaya, por ejemplo. En una de las últimas actuaciones, toqué con el grupo La Bandada, acá en San Miguel de Tucumán, en la explanada de Casa de Gobierno, en el cierre del septiembre musical, tocando el pericón nacional, para que bailen 50 academias.”

el arpista posando en la peatonal.
el arpista posando en la peatonal. Foto: Sol Alvarez Natale

Consultado sobre lo más importante que le otorgó esta profesión, nos cuenta emocionado: “La música es lo más importante que me pudo pasar, me da todo, me da vida, me da alegría, me resuelve problemas, me mantiene en contacto con la gente. Disfruto de lo que hago, juego en la peatonal con los niños, llevo un arpa pequeña y los hago participar. Se sienten como que estuvieran en el mayor escenario del mundo y eso me causa muchísimo placer. Yo recomiendo a todos los padres, en lugar de comprar cualquier cosa de plástico, que los incentiven a los chicos comprando un instrumento musical, cualquiera. Hoy hay muchos instrumentos que son accesibles y como para iniciar a un chico en la música. Una melódica, un ukelele, cualquier instrumento, un violín mismo, hasta los violines. Hoy hay métodos para aprender a violín, como el método Suzuki, por ejemplo, que es un método rápido. Difícilmente una persona que esté en el mundo de la música agarre mal camino. Considero a la música el idioma universal. Nos entendemos con personas, aunque no hablemos el mismo idioma y no nos conozcamos, y nos entendemos haciendo música. Así que la música me da todo, me dio alegría, me dio vida, soy feliz haciendo lo que hago”, concluyó el arpista tucumano.