Misión Artemisa a la Luna: la NASA pudo lanzar el cohete finalmente

Después de cuatro intentos fallidos, el despegue pudo concretarse con éxito. La cápsula Orión, no tripulada, ya viaja con destino a la órbita lunar. Todo lo que hay que saber de la misión.

El impresionante despegue nocturno de la misión Artemisa I de la NASA.
El impresionante despegue nocturno de la misión Artemisa I de la NASA. Foto: AF P

La misión no tripulada de la NASA Artemisa I, que tiene como objetivo preparar el camino de exploración lunar para el envío posterior de astronautas, despegó con éxito desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral (Florida). Así se vivió el histórico lanzamiento.

El despegue se concretó exitosamente después de cuatro intentos fallidos, dos por causas técnicas y dos por razones climatológicas. Tal como anunció la NASA meses atrás, no se iba a dar luz verde al lanzamiento hasta que todo estuviera en condiciones, para tratar de evitar cualquier accidente.

El cohete, cuya denominación es SLS (sigla en inglés de Sistema de Lanzamiento Espacial) y que tiene una altura superior a un edificio de 30 plantas (322 pies o 98 metros), se elevó con toda su fuerza a la 1.50 horas de Florida (6.50 GMT, las 3.50 de la madrugada argentina), abriéndose paso en la oscuridad de la noche junto con la nave espacial Orión acoplada en su parte superior.

Suspenso antes del lanzamiento de la misión Artemisa I de la NASA

Durante la preparación del despegue, la NASA detectó una “fuga intermitente” de hidrógeno líquido en la válvula de reabastecimiento en la etapa central del cohete y tuvo que enviar a la plataforma un “equipo rojo” (oficialmente, llamado Red Team) de especialistas para ajustar los conectores. También, se debió reemplazar un componente electrónico de un radar, que se utiliza para el seguimiento del cohete, una vez producido su lanzamiento.

Para este evento, la NASA proporcionó una transmisión en vivo en español, además de en inglés. La misma incluyó entrevistas con miembros de la misión y comentarios en directo durante el despegue a cargo de la astronauta de la NASA Kayla Barron.

Barron regresó recientemente de la Estación Espacial Internacional (EEI) -el complejo científico que orbita la Tierra en forma permanente a 350 km de la superficie de nuestro planeta- con la misión Crew-3 de SpaceX y la NASA.

Igualmente, Joann Morgan, ingeniera del Apolo 11, la primera misión de la historia en lograr que un ser humano llegara a la Luna, en 1969, envió un saludo a la misión lunar Artemisa I.

Artemisa: el regreso a la Luna después de 50 años

El objetivo general del programa Artemisa de la NASA es devolver a los humanos a la Luna por primera vez en medio siglo y establecer una base allí como paso previo para llegar a Marte.

La última misión de la NASA en la que sus astronautas pisaron la Luna se remonta a Apolo 17, que se llevó a cabo entre el 7 y el 19 de diciembre de 1972. Un total de 12 seres humanos estuvieron hasta hoy en la superficie lunar.

Durante los 42 días de misión, la NASA busca poner a prueba el cohete SLS, el más potente jamás construido y que tiene un costo de 4 mil millones de dólares. El sistema está potenciado con cuatro motores RS-25 y dos propulsores adjuntos, unas características que le ofrecen un 15 % más de potencia que el cohete Saturno V usado en las misiones Apolo, según difundió la agencia estadounidense.

Así mismo, se probarán, en esta primera misión del programa Artemisa todos los demás componentes, entre los cuales se destaca la cápsula Orión, que es en la que viajarán astronautas a la Luna en los próximos años. Por primera vez, la tripulación que tocará el suelo lunar estará formada por astronautas mujeres y por al menos una persona de color, según la consigna de la NASA.

En la cápsula Orión pueden caber hasta cuatro tripulantes, es decir uno más que en la de las antiguas misiones Apolo; y con reservas de agua y oxígeno, que le permitirían unos 20 días de viaje independiente.

Dos horas después de su lanzamiento, y tras separarse del cohete SLS, la Orión inició por su cuenta un trayecto que en total cubrirá unos 2,1 millones de kilómetros.

La nave, con tres maniquíes a bordo que recopilan datos para ayudar a futuras tripulaciones, volará cerca de la Luna, a unas 62 millas (casi 100 km) de su superficie, y luego entrará en una órbita lunar lejana en la que llegará a situarse a más de 61 mil kilómetros del satélite terrestre, es decir hasta donde no ha llegado ninguna otra cápsula diseñada para ser tripulada. La Luna se encuentra a 380 mil km de la Tierra.

Igualmente, viajan con Artemisa I 10 minisatélites CubeSats de investigación, cada uno del tamaño de una caja de zapatos, que al desplegarse toman varias trayectorias tras la partida de Orión hacia su órbita lunar. Entre los CubeSats está el LunaH-Mapa, una pequeña nave espacial que producirá un mapa detallado de porciones de la superficie lunar mediante el uso de tecnología de espectroscopia de neutrones.

A su regreso, a Orión le espera otra dura prueba, como es descender con éxito frente a las costas de San Diego, en California, con apoyo de 11 paracaídas y en el que deberá aminorar de forma vertiginosa los 40 mil km/h de velocidad con la que alcanzará la atmósfera de la Tierra, un momento en que soportará hasta 2.760 grados centígrados de temperatura.

A esta misión le seguirá, en 2024, la primera tripulada del programa, la Artemisa II, que hará el mismo trayecto. Y se espera que con Artemisa III, previsiblemente en 2025, toquen suelo lunar la primera mujer y hombre de color que viajen a nuestro satélite natural.