Escracharon a Juan Grabois: volvía de Europa y lo abuchearon en Ezeiza

“Laburé toda mi vida”, se defendió el líder piquetero frente al escrache de la gente en el aeropuerto.

El escrache a Juan Grabois en el aeropuerto de Ezeiza
El escrache a Juan Grabois en el aeropuerto de Ezeiza

El dirigente piquetero Juan Grabois vivió este lunes un momento incómodo en el aeropuerto internacional de Ezeiza cuando la gente comenzó a abuchearlo tras su regreso a Argentina desde Europa, a donde había ido para encontrarse con el papa Francisco.

El episodio, tal como se aprecia en los videos viralizados en las redes sociales, contó con insultos, gritos y quejas por parte de los pasajeros argentinos que no toleraban la presencia del líder del Frente Patria Grande, justo en un contexto de enojo por las medidas del Gobierno nacional contra el ahorro, el acceso al dólar y los impuestos a gastos en el exterior.

En medio del escrache popular, Grabois salió al cruce y se trenzó en una discusión. “¿Saben cuál es la diferencia entre ustedes y nosotros? Que nosotros tenemos coraje”, afirmó a los gritos.

El piquetero se defendió ante las críticas: “Yo nunca le robé absolutamente nada a nadie, laburé toda mi vida”. Entonces, un efectivo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) intentó alejarlo de quienes estaban en la fila para resguardarlo y bajar la tensión en el aeropuerto.

El descargo de Juan Grabois tras el escrache en Ezeiza

Después del revuelo, Grabois habló con Perfil y dio su versión del escrache en su contra.

“Básicamente me estaba defendiendo de una veintena de personas que comenzaron a difamarme en Migraciones. No voy a aceptar que por odio ideológico se pretenda suprimir y amedrentar a ningún dirigente de ningún partido u organización, y reivindico el derecho a defensa frente a cualquier forma de agresión grupal, física o verbal”, dijo.

“No acepto la supuesta superioridad moral de ningún agresor y si me dicen vago, pregunto de qué trabajan ellos y les cuento de qué trabajo yo. Si me dicen chorro, niego la acusación y pregunto cómo andan con sus propias obligaciones legales, etc. El fascismo avanza cuando nos dejamos amedrentar por patotas sean organizadas o espontáneas que se sienten con derecho a agredir al que piensa distinto”, comentó el dirigente.