Segunda amenaza a un supermercado rosarino: menciones a un narco y un diario nacional

El texto está dirigido a un reconocido narco de la región y le advierte sobre los riesgos de dar información a un importante medio.

Una nueva amenaza en zona noroeste
Una nueva amenaza en zona noroeste

Un supermercado de capitales chinos que había sufrido una amenaza escrita semanas atrás volvió a ser blanco de mensajes mafiosos. Esta vez, el escrito está dirigido a un conocido capo narco de la ciudad de Rosario que se encuentra preso y está involucrado en importantes causas penales.

Se trata del comercio de Ghandi al 7200, que hace 12 días fue noticia por el hallazgo de un papel que apareció pegado en la entrada y que, escrito de puño y letra, advertía a quienes están “verdugueando a pibes en todas las cárceles”.

Cabe recordar que la amenaza se dio en el marco de una escalada de violencia inusitada en la ciudad, que dejó a cuatro trabajadores asesinados con horas de diferencia y varios registros de amenazas a funcionarios, periodistas, comerciantes y trabajadores.

Según las primeras informaciones, el papel fue hallado por un empleado del local, que llegó a las 8 de la mañana y se encontró con el texto pegado en la puerta aún cerrada del supermercado. En ese momento no divisó a nadie en las inmediaciones que pudiera ser sospechoso.

¿A quién está dirigida la amenaza?

A diferencia de la vez pasada, esta vez la amenaza tuvo un destinatario específico: el narco Julio “Peruano” Rodríguez Granthon, sindicado como proveedor de droga de la banda delincuencial “Los Monos” y que también fue mencionado en el caso por el asesinato del ex concejal Eduardo Trasante.

En el texto, los mafiosos advierten: “Peruano dejá de entregar información al diario Clarín. Sapo no te vamos a dejar vender 1 gramo en Rosario”.

Casualmente, el mismo mensaje apareció el 2 de abril pasado en la puerta de la casa de una vecina en Nicaragua entre Tupac Amaru y Casilda. La mujer aseguró que no conocía a nadie de esa nacionalidad y que había alquilado esa propiedad en enero pasado.

Personal de Comando Radioeléctrico resguardó la zona mientras los investigadores de la División Científica Forense hicieron las medidas de rigor para intentar identificar a los autores y se llevaron los registros de las cámaras de seguridad del lugar.